" ¿Quieres adelgazar? Consume más proteína . ¿Quieres un cuerpo más tonificado? Consume más proteína". Cada vez más leemos más sobre los beneficios de tener una dieta alta en proteínas, pero ¿sabemos bien qué es la proteína y dónde la podemos encontrar?
A veces se nos olvida explicar la base, lo elemental y damos por sentado de que sabemos perfectamente qué es "x" o "y". Por eso, hemos decidido ahondar en las proteínas.
Estas pertenecen a lo que conocemos como macronutrientes, en los que también incluimos las grasas y los carbohidratos. Las proteínas están formadas básicamente por carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, aunque algunas también contienen azufre y fósforo. En otras palabras podríamos decir que la base prima de las proteínas son los aminoácidos. Y básicamente, estas están presentes en todo nuestro cuerpo: músculos, pelos, huesos, piel e incluso el tejido cerebral que produce nuestros pensamientos, emociones y consciencia.
Como hemos visto estos macronutrientes son elementales para el buen funcionamiento de nuestro organismo y son claves para nuestra salud. Pero no existe solo un tipo de proteína, ni una sola forma de consumirla. Te invitamos a conocer los diferentes tipos de proteínas que hay y para qué sirven.
Según su origen podemos dividirla en proteína animal y vegetal:
- Proteínas animales: Son las carnes, pescados, huevos, lácteos, etc. Beneficios: Cuando el ser humano consume proteína animal obtiene un mayor número de defensas. Comer carne de res, cerdo, pollo, pescado o huevo complementa los aminoácidos esenciales para el organismo como la lisina, que favorece la absorción de calcio y creación de anticuerpos.
- Proteínas vegetales : Son aquellas que proceden de los vegetales como las legumbres, las semillas, los frutos secos, etc. Beneficios: Las fuentes de proteína vegetal contienen muy pocas grasas y además son grasas insaturadas, ayudan a controlar el colesterol y mantienen la flora intestinal saludable y son fuente de magnesio y calcio.
Según su función las proteínas pueden clasificarse en:
Hormonales: Estas proteínas son transportadas a través de la sangre y emiten información de una célula a otra.
Enzimáticas: son aquellas que aceleran los procesos metabólicos en las células.
Estructurales: son necesarias para nuestro cuerpo como el colágeno, la queratina y la elastina.
Defensivas: Estas proteínas tienen una función inmunitaria para protegernos de las bacterias.
De almacenamiento: Son aquellas que guardan minerales como el potasio o el hierro.
Transportadoras: las proteínas transportan minerales a las células, como es el caso de la hemoglobina.
Receptores: son usadas en la comunicación entre las células.
Motoras: son las que regulan la fuerza, la velocidad del corazón y las contracciones musculares.
Atendiendo a su composición Las proteínas se clasifican en dos clases principales:
Las proteínas simples u holoproteínas son las que están compuestas exclusivamente por aminoácidos.
Las proteínas conjugadas o heteroproteínas son las que están compuestas por aminoácidos y otra sustancia de naturaleza no proteica que recibe el nombre de grupo prostético.
Y ¿qué tiene que ver todo esto con mantenernos delgados y tonificados?
Los expertos concuerdan en que comer proteínas te ayuda a controlar el apetito y a mejorar la composición corporal. El cuerpo quema más calorías cuando trata de digerir la proteína, además el cerebro recibe una señal que te ayudará a reducir la ansiedad y las ganas de comer, un efecto contrario al que producen los carbohidratos de alta carga glucémica (ricos en azúcares y harinas refinadas) que hacen que comamos más, también ayudan a controlar la glucosa en sangre e insulina.
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