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Quieres un vientre plano. Cueste lo que cueste. Estás dispuesta a hacer todos los ejercicios precisos para eliminar grasa abdominal. Incluso a sacrificar parte de tus pequeños placeres prohibidos como el azúcar. Todo con tal de eliminar la grasa de tu tripa y recuperar tu tipito en un tiempo récord. Pues si tienes esa voluntad, apuesta por dos cosas: ejercicio y comida saludable. Y no se trata tanto de pegarte palizas o renunciar a todo lo rico como saber qué es lo más efectivo. Aquí podrás leer cuáles son los mejores ejercicios y trucos para conseguir ganar tu batalla contra los kilos.
No le des más vueltas: los mejores ejercicios para reducir barriga son los abdominales. Solo así tendrás el vientre plano que estás buscando. El beneficio de conseguirlo es doble: obtienes resultados estéticos y de paso te ayuda a controlar la grasa que se puede acumular en esa zona tan sensible a la acumulación de kilos.
Lo principal es realizar ejercicios para fortalecer el core, palabra con la que se engloba a la zona de músculos abdominales, lumbares, pelvis, glúteos y la musculatura profunda de la columna. Es decir, todo lo que quieres tener bien lisito y definido. Y las planchas abdominales son la elección de referencia para esa cruzada. Y mejor todavía: las planchas clásicas de codos y manos combinadas con planchas laterales. Definitivamente son el entrenamiento perfecto para tonificar esa vital zona que es el abdomen.
Y si vas a tope con todo, apuesta por el ejercicio de levantamiento de piernas. No tienes más que tumbarte boca arriba con las piernas juntas y levantarlas hasta formar un ángulo de 90 grados. Luego vuelve a bajar las piernas juntas en un movimiento lento y concentrado, para luego volver a elevarlas. Y recuerda: nunca toques el suelo con ellas.
Hay grasas malas y grasas buenas. Las primeras son nefastas para tu vientre y lo sabes: nada de fritos ni congelados y adiós a los procesados. No los necesitas en absoluto. Y lo mejor de todo: cambia las grasas malas por las buenas. Porque éstas existen. La mayoría de los ácidos grasos son reguladores metabólicos y también intervienen en las fusiones del sistema inmunológico. Por ejemplo, los ácidos grasos omega-3 y omega-6 ayudan a reducir la inflamación, mejorar la sensibilidad a la insulina y, finalmente, favorecer el control del peso.
¿Y dónde encuentras esas grasas saludables? Las tienes en sardinas, salmón, aguacates, frutos secos, aceite de coco, huevos, aceite de oliva, semillas de chía, chocolate negro… A ver, todo con moderación y cabeza. Porque sabes que si te metes en el cuerpo un atracón de chocolate negro te van a pasar cosas muy malas que no deseas.
El gran enemigo de tu barriga es el azúcar. Y lo sabes. Y no es tanto esa cucharadita que te echas en el café como todo el azúcar que te metes cuando tomas alimentos tan perjudiciales como refrescos, cereales, mermeladas, pan de molde, kétchup, bollería y demás. ¿Sabías que una lata de cola equivale a 10 terrones de azúcar?
Tampoco te va a venir mal reducir la cantidad de sal de lo que comes, pues el sodio es responsable en buena medida de una excesiva retención de líquidos y, por consiguiente, alimentará la sensación de hinchazón en la barriga.
Para tener una microbiota en forma –es decir, una buena salud intestinal- apuesta por alimentos probióticos como pueden ser el chucrut, la kombucha o el kéfir. Tu cuerpo, tu vientre plano y también tu mente te lo agradecerán.