Eva Longoria es una de las actrices internacionales más afamadas y queridas del mundo. Pero ella en multitud de ocasiones ha explicado que uno de pocos países que lleva en su corazón es España (de hecho desde no hace mucho tiempo vive en Marbella). Sus raíces asturianas y su origen mexicano hacen que ella sienta verdadera devoción por los países latinos y que, incluso, hable un perfecto español.
Pero no es esto lo único que ama de nuestro país. Hace apenas unos meses ella misma confesó cuál es el aperitivo sin el que no puede vivir. Un tentempié que conocemos muy bien en nuestro país, pues no falta en ninguna casa.
Un aperitivo que ayuda a que Eva Longoria tenga una piel radiante a sus 51 años, pues está lleno de antioxidantes y grasas buenas, además de llevar muy pocas calorías. Y es que ya hemos advertido en multitud de ocasiones que uno de los secretos de una piel sana está, sin duda, en los hábitos diarios y la alimentación es uno de esos que hay que cuidar como si fuera lo más preciado que tenemos.
Hace unas semanas, al ser preguntada en una gala por el mejor aperitivo que, según su criterio, podía acompañar a una cerveza, lo tuvo claro: «Las aceitunas«. »Me encantan las aceitunas, pero las de aquí, las de España«, aclaró entre risas.
Efectivamente, las aceitunas son uno de los aperitivos que más vemos repetir en los bares típicos cuando se pide una ronda (sea de la bebida que sea) pero es que, además, si nos paramos a pensar, están presentes en muchos platos de nuestra gastronomía. La ensaladilla rusa, las ensaladas de verano, los huevos rellenos...
En España, las aceitunas son uno de nuestro aperitivo estrella. Y sí, en todas sus versiones: podemos encontrar aceitunas con y sin pipo, rellenas de anchoa, de pimiento del morrón, aliñadas al estilo tradicional, las de 'la abuela', encurtidas de manera casera,... Y, por supuesto, en su forma procesada, uno de los tesoros de la gastronomía en España: el aceite de oliva virgen extra.
Existen muy pocas cosas que sean buenas en exceso. Las aceitunas, desde luego, no son una de ellas. Pero si tenemos cabeza y las comemos con consideración, los beneficios que podemos extraer del fruto de la oliva son extraordinarios.
Para empezar, igual que otros encurtidos, las aceitunas suponen un tentempié de lo más saludable, pues apenas llevan calorías y, sin embargo, tienen gran aporte de fibra y de agua (el 75% de su composición, de hecho, es líquido).
Sin embargo, si tuviéramos que destacar un beneficio por encima de los demás sería su concentración en ácido oleico, un ácido graso monoinstaurado que nos aporta, entre otros, protección contra el colesterol malo, contra algunos tipos de cáncer y protección de nuestro sistema inmune. «El 99% de los ácidos grasos monoinstaurados residen gran parte de los atributos saludables de las aceitunas», afirma la Federación Española de Nutrición.
Aparte de eso, aporta minerales como el sodio (su consumo debe limitarse en personas con problemas de hipertensión) y vitaminas como la E que es la responsable de que este aperitivo tan famoso en nuestro país ayude a Eva Longoria (y a todos los que somos fans de ellas) a proteger nuestras células frente al daño oxidativo y, por ende, a mantener un aspecto saludable en nuestra piel.