Back burner: la dinámica de pareja que hace que caigas en una relación tóxica sin darte cuenta

Una relación no es un camino de rosas, eso lo sabemos. Hay muchos altibajos, plagados de momentos muy buenos, y otros que no lo son tanto. Para que funcione, hay que trabajar de manera conjunta, y ambas partes tienen que esforzarse, encontrando un equilibrio.

Es cierto que hay temporadas en las que uno de los miembros se involucra más que el otro, pero siempre teniendo claro que hay una base estable, donde la confianza y el respeto no se vean afectados. Si esto no es así, es donde entran en escena esas 'red flgas' que desestabilizan cualquier relación.

Esto es algo mucho más habitual de lo que pensamos, que recibe el nombre de 'back burner' y hace referencia a todas esas relaciones intermitentes, en las que una de las dos partes no tiene a la otra como una prioridad, sino como algo que está en un segundo plano de su vida.

Lo que suele pasar en esta dinámica, es que uno de los dos considere que su relación es mucho más informal, sin llegar a hablar de compromiso, mientras que la otra espera que la otra persona de el paso que por fin formalice le vínculo que tienen más allá de una amistad . Esto no es algo sano, ni muchísimo menos, sino que puede tener consecuencias muy negativas en la persona que espera.

Como su propio nombre indica, y con lo que ya te hemos adelantado, se trata de una relación que una persona mantiene en un segundo plano. Es decir, son esas dinámicas en las que una alguien mantiene el contacto contigo, pero te tiene en el banquillo, como un plan B, en caso de que su opción número uno falle.

Lo peor de esto es que esa persona que maneja el juego, nunca dice de forma tajante que no quiere nada o que no tiene sentimientos por la otra parte, al contrario, siempre deja la puerta abierta, creando esperanzas en que algo pueda llegar a pasar entre ambos. Esto es muy tóxico, ya que puede tener efectos perjudiciales en esa persona que simplemente espera, como una disminución de la autoestima y la confianza en sí misma.

Podríamos resumir, que este tipo de relaciones siempre acaban mal. Mientras uno de los dos lleva las riendas, la otra parte está aceptando una relación pasiva. Esto hace que las personas no estén en el mismo plano emocional, con lo cual es lo que acaba derivando en una toxicidad muy dañina.

La culpa podríamos determinar que es de un modo u otro de los dos lados. La persona que juega con los sentimientos e ilusiones, no tienen ningún tipo de inteligencia emocional y el egoísmo es su característica principal, ya que quiere tener a la otra parte siempre en la recámara, independientemente de los sentimientos que tenga.

En cambio, esa persona que espera, está claro que tiene una deficiencia en su seguridad personal, ya que a esta a merced de las decisiones de otro y no las suyas propias. Es como una droga, en la que coquetear o ser el centro de atención de esa persona por un momento, es como la dosis necesaria que te mantiene enganchada.

Según los expertos, en los últimos años el 'back burner' ha ganado aún más relevancia, debido en gran parte a las redes sociales, que han influido en la forma en la que nos relacionamos. El compromiso ha quedado desvirtuado, ya que las personas prefieren no atarse, debido a la amplia gama de disponibilidad. El ya conocido FOMO , de las relaciones amorosas.