Las claves de los expertos para superar la depresión postvacacional y afrontar la vuelta a la rutina con éxito

La vuelta a la rutina tras las vacaciones puede traer consigo un cúmulo de sensaciones diversas. Además de la temida depresión postvacacional , la vuelta a la vida real puede tomarse como el momento ideal para hacerse nuevos propósitos, como si de un comienzo de año se tratara. Pero a menudo, las ganas y la voluntad se esfuman tan rápido como llegaron.

Como explica Ananda Ceballos, experta en mindfulness y colaboradora de Petit BamBou, si nos planteamos nuevos proyectos, la clave en distinguir lo urgente de lo importante. «En general, lo urgente se asocia al tiempo: cuanto menos tiempo tenemos para realizar una tarea, más urgente resulta. En cambio, la importancia debería definirse en función de nuestros intereses, necesidades, valores y aspiraciones, lo que realmente nos define», opina la colaboradora de Petit BamBou.

Según aseguran los expertos, debes preguntarte para qué quieres llevar a cabo estos propósitos. «Si le damos un sentido a nuestros objetivos, nos resultará más fácil visualizar el resultado que queremos conseguir y esto contribuirá a mantener la motivación a largo plazo. Además, preguntarnos por su verdadero sentido nos ayudará a detectar los falsos objetivos, y con esto me refiero a aquellos que nos proponemos por razones equivocadas, como querer complacer a alguien o ceder a la presión social o a una moda», aclara Ananda Ceballos.

Una vez nos enfocamos, puede ocurrir que la firmeza para cumplir con lo pensado se venga abajo y aparezca así e l sentimiento de culpa, el desánimo y el sentimiento autodestructivo. Como explica la experta, esto tiene un efecto terrible sobre la autoestima y es el mayor obstáculo a la hora de alcanzar dichos objetivos.

Para no decaer y centrarse en aquello que queremos acometer, Anada Ceballos propone practicar la meditación . «Esta nos enseña, en primer lugar, a acoger nuestros sentimientos incluso cuando nos parecen contradictorios. Por ejemplo, ante la perspectiva de la vuelta a la rutina, es normal sentir al mismo tiempo entusiasmo, dudas y temores», dice la experta

Pero no sólo eso. Ceballos asegura que meditar «nos invita a redescubrir una cierta sensación de bienestar, a relativizar, a soltar y, por tanto, a mejorar nuestra capacidad de ser proactivos y de mantenernos firmes en nuestros objetivos. Así estaremos un poco más preparados para permitirnos experimentar nuestras emociones sin juzgarlas».

Una de las formas más fáciles de meditar es aquella que toma la respiración como pilar fundamental de la misma. Es una buena forma de poner el foco en el momento presente a través de nuestra respiración, un acto que siempre nos acompaña allá donde estemos.

Si quieres realizarla correctamente, la respiración consciente es fundamental. Y en caso de ser principiante te recomendamos que te inicies con ella, ya que es la más fácil de aprender y te ayudará a concentrarte rápidamente siguiendo el ritmo de tu propia respiración profunda.

Y es que al empezar a meditar es cuando te das cuenta de que tu mente tiene mil pensamientos por hora. Es probable que, pese a hacer ejercicios de respiración, no puedes concentrarte fácilmente. Tranquila, esta es una situación normal que irá mejorando con la práctica.

Túmbate o sientate con la espalda apoyada para tener la espalda recta y cierra los ojos para poder concentrarte en ti mismo más fácilmente. Fija la atención en el abdomen y siente cómo sube y se expande al inspirar y descience y se contrae al espirar.

Cada vez que te des cuenta de que tu mente se ha alejado de la respiración, toma nota de qué es lo que te ha apartado y devuelve el foco al estómago y a la sensación de cómo entra y sale el aire de él. No te juzgues por haberte distraído, es algo normal, sólo regresa a tu punto de atención y sigue centrándote en la respiración.