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Aumenta la energía y reduce el cansancio constante: cómo hacer la dieta del deportista sin hacer deporte

Ser deportista no solo implica hacer ejercicio regularmente, sino llevar una vida saludable en general. Y eso también pasa por una buena dieta que ayude a reducir la fatiga y aumentar la energía. ¿Pero quién no necesita sentirse con las pilas bien cargadas independientemente de si se hace o no deporte? Sí, puedes llevar la dieta del deportista sin necesidad de serlo y aprovecharte de todo lo bueno que te ofrece.

Es un hecho: se puede perder peso sin hacer ejercicio. Es más difícil, pero se puede. La clave para adelgazar sin volverte una loca del gym está en la alimentación. Dieta y ejercicio físico es la combinación perfecta, pero en estos tiempos cada vez es más difícil hacer deporte. Necesitas tiempo, planificación, compromiso, esfuerzo… Pero la alimentación sí está en tu mano.

Un deportista no solo trata de controlar el peso, sino que también apuesta por una alimentación que estimule su energía y disminuya su fatiga. Dos cosas que realmente todo el mundo necesita. Y aquí es donde la dieta te echa una mano. Aprender elegir qué comer y qué descartar de tu alimentación.

Apuesta por verduras y alimentos sin procesar

Los alimentos procesados, envasados, enlatados, los dulces, las comidas prefabricadas y las carnes precocidas suelen estar llenas de conservantes, aditivos, sodio, grasas trans e ingredientes artificiales que contribuyen a abotargarte y eliminar tu energía. Huye de ellos y apuesta por los alimentos sin procesar y frescos.

Cuanto más fresca sea la comida, más nutrientes contendrá. A diferencia de los alimentos procesados, los alimentos frescos suelen contener más nutrientes. Comer frutas y verduras de temporada significa que maduran naturalmente y eso es un extra de energía.

Huye de la cafeína y busca buena proteína

La cafeína puede ser buena con moderación, pero aunque te da un impulso a corto plazo, en realidad no proporciona energía al cuerpo. Es un efecto momentáneo y casi ilusorio. Pronto vuelve a aparecer la fatiga. Y recuerda que las bebidas energéticas pueden estar llenas de azúcar refinada e ingredientes artificiales que pueden provocar otros problemas de salud si las consumes en exceso.

Las carnes rojas suelen ser una fuente de grasas saturadas, mientras las carnes más magras, como el pollo, el pavo y el pescado, sí proporcionan proteínas de calidad y contienen menos grasas saturadas. El pescado con alto contenido de ácidos grasos omega-3, como el salmón y el atún, puede agregar grasas beneficiosas y saludables para el corazón.

Semillas integrales y carbohidratos complejos

Al igual que los alimentos procesados, los carbohidratos refinados como los azúcares y la harina blanca añaden poco valor nutricional. La elección de alimentos integrales y carbohidratos complejos asegura que tu cuerpo obtenga todos los beneficios que agrega la fibra a tu dieta. Por ejemplo, un alto poder saciante, cómo te quita las ganas de comer y una mejora de tu flora intestinal.

Por otra parte, los frutos secos y las semillas son algunos de los mejores alimentos para combatir la fatiga y el hambre. Obtener una variedad de ellos para tu dieta puede proporcionar nutrientes y energía saludables. Prueba a incorporar almendras, nueces, anacardos, avellanas, pipas de girasol y de calabaza, etc. Eso sí, siempre crudas y sin sal.

Agua, la bebida de elección

No le des más vueltas: un deportista apuesta por el agua como bebida de elección y tú deberías hacer lo mismo. Beber agua es fundamental para el óptimo funcionamiento del organismo. Aunque no proporciona energía en forma de calorías, ayuda a facilitar los procesos energéticos que se desarrollan en el organismo. Eso ya es un impulso de energía en sí mismo. Bebe agua a lo largo del día e intenta eliminar los refrescos, el café y otras bebidas. Este simple cambio puede marcar una gran diferencia y te sentirás mejor antes de que te des cuenta.