mejora las digestiones
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La dieta japonesa tradicional, la aiuténtica, es una dieta basada en alimentos integrales y rica en pescado, mariscos y alimentos de origen vegetal con cantidades mínimas de proteínas animales, azúcares añadidos y grasas. Este patrón de alimentación es rico en nutrientes y puede proporcionar numerosos beneficios para la salud, incluida una mejor pérdida de peso, digestión, longevidad y salud en general.
Esta dieta consiste en alimentos de temporada mínimamente procesados que se sirven en una variedad de platos pequeños. Este estilo de comer presta especial atención a los sabores naturales de los platos en lugar de enmascararlos con salsas o condimentos. Es un plan que tira del arroz al vapor, noodles, pescado, tofu, algas y frutas y verduras frescas, siendo baja en azúcares y grasas añadidas. También puede contener algunos huevos, lácteos o carne, aunque estos suelen constituir una pequeña parte de la dieta.
La dieta japonesa tradicional se asemeja a la dieta de Okinawa, el patrón alimentario histórico de quienes viven en famosa isla japonesa, pero incluye mucho más arroz y pescado. Y atención: es notablemente diferente a la cocina japonesa moderna, con fuertes influencias occidentales y chinas y que además incluye mayores cantidades de proteína animal y alimentos procesados.
Las comidas japonesas generalmente consisten en un alimento básico combinado con una sopa, un plato principal y algunos acompañamientos. Como alimento básico estaría el arroz al vapor o soba, ramen o fideos japoneses. La sopa sería de miso hecha con algas, mariscos o tofu y vegetales en un caldo de soja fermentada, aunque las sopas de vegetales o noodles son otras opciones populares.
Como plato principal estaría el pescado, marisco, tofu o natto, que podrían complementarse con pequeñas cantidades opcionales de carne, aves o huevos. De guarniciones habría que ir a por cosas tan tradicionales y obvias como verduras (crudas, al vapor, hervidas, salteadas o a la parrilla), algas o frutas.
Las comidas japonesas son conocidas por su rico umami, que se ha descrito como el quinto sabor, distinto del dulce, salado, agrio y amargo. El umami natural realza el sabor de las verduras y otros alimentos ricos en nutrientes en la cocina japonesa. El atractivo visual es otro aspecto importante de la dieta tradicional japonesa.
Los platos tienden a comerse en pequeños bocados con palillos, ya que se cree que este método crea una rica armonía de sabores. Y el té verde caliente o el té de cebada frío son las bebidas preferidas, mientras que las bebidas alcohólicas como la cerveza o el sake suelen reservarse para la cena. Los snacks son poco comunes y rara vez se comen.
La dieta tradicional japonesa es naturalmente rica en varios nutrientes que incluyen fibra, calcio, potasio, magnesio, hierro y vitaminas A, C y E. Las verduras contribuyen a la densidad de nutrientes de esta dieta y a menudo se cocinan en dashi, un caldo a base de pescado seco y vegetales marinos. Esto reduce su volumen y mejora su sabor, lo que facilita comer grandes cantidades.
La dieta también ofrece buenas cantidades de algas y té verde. Ambos son excelentes fuentes de antioxidantes, que son compuestos beneficiosos que protegen su cuerpo contra el daño celular y las enfermedades. Además, los muchos platos a base de pescado y algas marinas incluidos en esta dieta proporcionan grasas omega-3 de cadena larga, que promueven la salud del cerebro y el corazón.
Las algas, la soja, las frutas y las verduras son naturalmente ricas en fibra, un nutriente que ayuda a la digestión. La fibra insoluble mueve los alimentos a través del intestino y agrega volumen a las heces, lo que reduce el riesgo de estreñimiento. Estos alimentos también cuentan con fibra soluble, que nutre a las bacterias beneficiosas en el intestino y ayuda a reducir el espacio disponible para las bacterias dañinas.
La dieta japonesa tradicional es rica en vegetales, tiene porciones pequeñas y es naturalmente baja en azúcar y grasa añadida. Todos estos factores contribuyen a un bajo nivel de calorías. Además, la cultura japonesa fomenta comer hasta llenar solo el 80%. Esta práctica disuade de comer en exceso y puede contribuir al déficit de calorías necesario para perder peso.