Mujer tomando un zumo verde con espirulina. /
Si estás buscando perder peso no creas en fórmulas mágicas. La clave está en mantener una alimentación equilibrada y practicar deporte, pero si además incluyes algunas infusiones para acelerar el metabolismo o añades a tu dieta ciertos superalimentos, puedes conseguir tu objetivo más rápidamente.
La espirulina es uno de esos superalimentos de los que hablábamos, ya que se trata de una excelente fuente de vitaminas B, C y E, además de hierro, calcio, fósforo y betacaroteno, un poderoso antioxidante precursor de la vitamina A, que protege al organismo de los procesos oxidativos.
Además, aporta a nuestro cuerpo nutrientes como proteínas minerales, clorofila, vitaminas, ácidos esenciales y puede sobrevivir en temperaturas extremas conservando todos sus nutrientes. Por todo esto, se la incluyó en la dieta de los astronautas en misiones espaciales, además de incorporarse a la alimentación de los atletas de alto rendimiento
Mujer con el vientre plano tomando un zumo verde con espirulina. /
La espirulina es rica en fenilalanina, un aminoácido precursor de la hormona colecistoquinina, que determina el nivel de saciedad en el estómago, por lo que puede actuar como inhibidora del apetito, lo que nos ayuda a controlar ese hambre insaciable que nos da entre horas (y generalmente de algún alimento poco saludable).
Además, esta alga podría tener algún efecto sobre la leptina, una hormona que ayuda a disminuir el apetito y la quema de grasa, por lo que es ideal para perder peso. Pero no sólo eso, ya que el consumo de espirulina puede reducir el colesterol y los triglicéridos, debido a que inhibe la absorción de grasas.
Por otro lado, la espirulina es rica en proteínas, lo que ayuda a acelerar el metabolismo, y ayuda a desarrollar músculo. Este alga contiene alrededor de un 65% de proteína y es una fuente inagotable de todos los aminoácidos esenciales (personas veganas o vegetarianas pueden tomarla como suplemento alimenticio para compensar la ausencia de carne y pescado de su dieta).
Otros estudios demuestran que ayuda a reducir el tejido adiposo debido a que inhibe una enzima que actúa en el proceso de la producción de los ácidos grasos en el organismo y a su acción antiinflamatoria. Y para terminar, su acción depurativa ayuda a desintoxicar el organismo y a acelerar el metabolismo, lo que también conduce a adelgazar.
Una cucharada de espirulina en polvo. /
Como ya hemos mencionado, la espirulina es altamente nutritiva, ya que contiene vitaminas C, B1, B6, B5 y minerales como fibra, zinc, cobre y manganeso. Todos estos nutrientes ayudan a acelerar el metabolismo, la digestión, la eliminación de toxinas y la prevención de la absorción de grasas.
Además, mantiene el nivel de azúcar en sangre bajo control, por lo que es ideal para combatir la obesidad y la diabetes, entre otros problemas. Pero no sólo eso, ya que al ser rica en ácidos grasos omega-3, actúa como antioxidante y antiinflamatorio, y gracias a su contenido en vitamina A y C, lucha contra el envejecimiento prematuro de la piel.
La espirulina puede presentarse en polvo o en pastillas (de hecho puedes incluso comprarla en Mercadona en este formato) pero has de saber cómo consumirla para que te ayude a adelgazar. Según los expertos, la dosis recomendada al día varía entre 1 y 8 gramos, dependiendo de tu objetivo.
Si lo que quieres es adelgazar, todos coinciden en que la dosis adecuada es de 2 a 3 gramos por día, consumiéndola de una sola vez o de manera fraccionada a lo largo del día. Eso sí, si quieres aprovecharte de su efecto saciante, se recomienda que la tomes unos 20 minutos antes de las comidas.