La inmersión es frío va mucho más allá del típico reto de tomar un baño helado puntualmente. Se trata de sumergir tu cuerpo en agua muy fría, o incluso hielo, para hacer descender tu temperatura corporal progresivamente. El calor de tu cuerpo comienza a disiparse y tu flujo sanguíneo cambia. ¿Quieres saber cómo empezar, sus beneficios y también sus riesgos?
Los defensores de los baños de inmersión en frío creen que estos cambios alivian el dolor muscular, ayudan en la recuperación del entrenamiento, reducen la inflamación y aumentan la inmunidad. Incluso hay alguna evidencia de que puede mejorar la salud mental y reducir la ansiedad.
Antes de adentrarte en esta aventura, lo primero es consultar a tu médico y explorar posibles contraindicaciones. Una vez que tengas todo claro, comienza despacio y escucha a tu cuerpo. Recuerda : tu organismo necesita tiempo para adaptarse al impacto del agua fría. Tomar una ducha fría y ajustar gradualmente la temperatura a una temperatura más fría te ayudará a prepararte. Esto contribuye a «entrenar» su cuerpo para la inmersión en frío.
Al igual que con otras actividades acuáticas, nunca debes realizar una inmersión en agua fría sola ni sumergirte inmediatamente, especialmente si es la primera vez. Para empezar, sumerge lentamente tu cuerpo, manteniendo la cabeza fuera del agua y trata de no permanecer en el agua más de cinco minutos. A medida que te acostumbres a sumergirte en agua fría, podrás aumentar gradualmente tu tiempo de inmersión.
Algunas personas optan por sumergirse en agua fría una vez a la semana como parte de una experiencia grupal, mientras que otras prefieren hacerlo en su bañera, en una piscina especial o en un baño de hielo varios días a la semana. Cualquiera que sea tu preferencia, es importante empezar despacio.
Si bien el concepto de inmersión en frío existe desde hace años, el interés en estas posibles herramientas de salud todavía es relativamente nuevo y se necesitan más estudios consistentes para conocer en profundidad sus beneficios. No obstante, la investigación inicial es alentadora y ya son muchos los atletas de élite que lo han incorporado a su rutina.
No es raro experimentar dolor muscular después de un entrenamiento intenso o una competencia atlética, especialmente si eres corredora de fondo o practicas ejercicios HIIT. Por esta razón, muchas personas en gran forma física recurren a las inmersiones en frío para ayudar en la recuperación.
El estrés y la ansiedad afectan a muchas personas. Tener otra herramienta para abordar esos sentimientos y mejorar el estado de ánimo general puede resultar beneficioso para varias personas. Un estudio de 2021 encontró una asociación entre nadar o bañarse en el mar en invierno con niveles más bajos de estrés y un mayor bienestar general. Los investigadores también descubrieron que quienes practican este tipo de inmersión en agua fría también tienen una mayor comprensión de sus necesidades de salud y bienestar.
Y, por supuesto, uno de los grandes beneficios de las inmersiones de frío estaría en el refuerzo del sistema inmune. Sumergirte en agua fría regenera más rápidamente los músculos y refuerza el tejido conjuntivo. También puede estimular la circulación, bajar la tensión arterial y regular el pulso.
Un factor de riesgo es el llamado shock de frío, que es especialmente peligroso. Ocurre cuando te sumerges repentinamente en agua muy fría y eso te provoca jadeos o pérdida del control de la respiración, problemas cardíacos y de presión arterial. Las personas que experimentan un shock por frío también pueden quedar incapacitadas y tener dificultades para moverse. Además, pueden encontrar que sus brazos y piernas dejan de funcionar y que se agotan más rápidamente. Tampoco es raro experimentar fatiga muscular y pérdida de sensaciones.
Alguna evidencia sugiere que la inmersión en agua fría puede incluso causar arritmias cardíacas. También puede causar niveles más altos de troponina (una proteína reguladora relacionada con las contracciones musculares), lo que sugiere que la inmersión prolongada en agua fría podría provocar daño al músculo cardíaco. Por esta razón, los ancianos y las personas con afecciones cardíacas deberían alejarse de una inmersión en frío.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?