FELICIDAD
FELICIDAD
Vivimos las 24 horas del día pegadas a un móvil. Desde ese aparato hablamos con nuestros seres queridos, consultamos nuestras redes sociales e incluso lo usamos para mantenernos informados de lo que ocurre en el mundo. El problema es cuando esos usos tan útiles terminan convirtiéndose en una adicción, sintiendo incluso pánico a perderte algo cuando te dejas el móvil en casa.
Este miedo a estar desconectado se conoce como FOMO, pos las siglas en inglés Fear of missing out, lo que puede llegar a ser un verdadero problema que genere ansiedad o incluso depresión. Por eso es importante desengancharte cuando antes e intentar mantener una relación saludable con el teléfono móvil.
Para hacer frente al FOMO surge el JOMO, por sus siglas en inglés Joy of missing out, o disfrutar de perderte cosas. Esta sencilla práctica permite recuperar las riendas de tu vida y disfrutar de cada momento sin vivir con ansiedad la falta de este aparato. En definitiva, nos acerca un poquito más a la felicidad.
Practicar el JOMO no significa que pases del todo a la nada, apagando el teléfono para no utilizarlo jamás. No, quienes practican el placer de perderse cosas son capaces de seleccionar con criterio aquellos asuntos a los que desean prestarle atención, sin preocuparte por lo demás, para tener más tiempo para vivir tu propia vida.
Estar constantemente enganchado a las redes sociales puede generar sentimientos de malestar como envidia, tristeza o falta de autooestima. Por el contrario, elegir lo verdaderamente importante alejándonos de lo demás refuerza la confianza y nos aleja de la presión que pueden suponer las redes, haciendo que seamos más libres y auténticos.
Practicar el JOMO no es tarea fácil, porque vives a contracorriente de la tónica general. Pero convertirlo en un hábito puede ayudarte a recuperar el control de tu vida para hacer lo que verdaderamente quieres hacer, lo que aumentará tu bienestar emocional. Si quieres introducirlo poco a poco, pon en práctica estos consejos fáciles:
1. Desactiva las notificaciones: quien evita la tentación, evita el peligro. Si tu teléfono deja de avisarte de los mensajes de whatsapp que tienes o de los correos electrónicos que te han enviado, tendrás la sensación de que te has quitado un gran peso de encima y te sentirás más libre.
2. Limita tu tiempo en las redes: eso sí, aquí tu fuerza de voluntad juega un gran papel, porque eres tú quien se autolimita el tiempo de conexión, por tanto sólo puedes justificar ante ti mismo si te lo santas. Existen aplicaciones que te ayudan a llevarlo a cabo, como Bienestar digital de Google, pero al final eres tú quien tendrás que llevarlo a cabo.
3. Haz ayuno digital: esto consiste en pasar un tiempo más o menos largo sin tener acceso al teléfono móvil, a las redes sociales o a whatsapp, la aplicación que más enganchada te tenga. Puedes empezar poco a poco, unas horas, una tarde, un día... así, conseguirás realizarlo durante más tiempo, sobre todo cuando veas lo bien que te sienta.
4. Decide por ti mismo el qué y el cuándo: lo malo de las redes sociales es que entras a verlas un minuto y terminas enganchado durante una hora. Si te planteas que sólo quieres ver las publicaciones de una persona en concreto o abrir el whatsapp para comunicarte con tus amigos sobre un evento en particular, dejarás de perder el tiempo enganchado a algo que, realmente, no te interesa.