ENTREVISTA
ENTREVISTA
Hacer ejercicio te ayudará a tener « una menopausia más sana y con menos altibajos». La «nutrición inteligente», con la dieta mediterránea a la cabeza, será una gran aliada. Acuérdate de dar prioridad al famoso omega-3, «verdadero portento antiinflamatorio y antioxidante». O sea, semillas de lino, nueces, salmón, caballa.... No olvides que el agua es, de lejos, la bebida más saludable. Borra de tu lista los alimentos ultraprocesados. Y esto subrayadísimo: trata al cerebro como un músculo y entrénalo.
Son consejos entresacados del libro Menopausia y cerebro (Kairós), de la doctora Lisa Mosconi, que ha dado un paso al frente para asesorar y apoyar a todas las mujeres que están acercándose a esta etapa vital, atravesándola o diciéndole adiós. Una despedida que puede derivar, oh fortuna, en «entusiasmo posmenopáusico».
Mosconi es toda una autoridad en la materia. No solo como neurocientífica, sino como doctorada en medicina nuclear, la rama de la radiología que usa técnicas de imagen para examinar el cerebro. Dirige el prestigioso Weill Cornell Women's Brain Initiative y la no menos insigne Clínica de Prevención del Alzhéimer de Nueva York. A la vanguardia de la investigación.
La Gran M, como se nombra a la menopausia repetidas veces en el libro, ha sido tradicionalmente vivida en silencio o en secreto. Lo sabemos. Cuando debería ser, esclarece la doctora, «un acontecimiento sociocultural de primer orden y objeto de investigación extensiva y de profundo interés personal».
El problema, según expone, es que «los ginecólogos saben poco del cerebro y los neurólogos poco de la menopausia». De hecho, «menos del 20% de especialistas en ginecología y obstetricia han recibido formación específica». Y la menopausia afecta tanto al cerebro como a los ovarios. Lo mejor es que Mosconi se muestra en todo momento optimista. Afirma por ejemplo: «Las mujeres con actitud positiva ante la menopausia suelen manifestar síntomas menos intensos, como los sofocos».
La doctora Lisa Mosconi centra sus investigaciones en el cerebro de la mujer. / /
Sí, desde el punto de vista médico, la actitud mental importa: « Cada pensamiento tuyo afecta a cómo te sientes y a cómo percibes tu realidad, y eres tú quien tiene la última palabra sobre lo que piensas». No te lo está diciendo el último coach de turno, sino toda una eminencia científica.
« El diálogo interno tiene efectos terapéuticos demostrados», añade. Así pues, cuidado con lo que te dices a ti misma. Piensa también que, como señala Mosconi, «la risa es antiinflamatoria». Y si te lo estás preguntando, estás en lo cierto. El yoga influye para bien en los síntomas, así como la meditación basada en la atención plena puede resultar «tan potente como los fármacos».
Mosconi no se deja nada en el tintero. Ni los sofocos, ni las terapias hormonales y no hormonales, ni la montaña rusa emocional a la que nos subimos en esta fase. No escatima en mensajes de ánimo. Empezando por «no estás averiada», que lo sepas. Siguiendo por «desafía los estereotipos y niégate a aceptar el mensaje patético de la menopausia». Y terminando con un «podemos cambiar toda la filosofía que nos han inculcado». Es decir, que la menopausia puede ser una clausura o una apertura. Hay incluso quien se refiere a ella como «menocomienzo». De todo ello hemos hablado con la entusiasta y con merecida fama de innovadora Lisa Mosconi.
¿Cuál es el mensaje que ha querido transmitir a los mujeres con su libro?
Espero que, al leerlo, las mujeres se sientan empoderadas y conscientes de que no están solas en sus experiencias. Una mayor comprensión de la conexión entre la menopausia y el cerebro puede ayudarnos a atravesar esta fase con mayor confianza y medidas proactivas. Se trata de transformar la narrativa de la pérdida en una de oportunidad, destacando estrategias para mantener la salud cerebral, abogando por una misma en entornos médicos y fomentando una comunidad de apoyo.
Precisamente invita a desafiar los estereotipos.
Sí, por eso el libro es una carta de amor a la feminidad y un grito de guerra para que todas las mujeres acepten la menopausia sin miedo, pero armadas con hechos e información. Espero que estimule muchas discusiones, no solo sobre este complejo tema, sino también sobre la forma en que hemos desestimado y marginado a una parte importante de nuestra población. Esto no solo es crucial para cambiar la conversación sobre la menopausia, sino que es esencial para revitalizar la voz del «género olvidado», individualmente y como la mitad del mundo que somos.
¿Hemos avanzado en la consideración de la menopausia? El hecho de que estemos hablando de ella ya es un paso de gigante.
Así es, hemos logrado un progreso significativo. Cuando comencé a explorar la menopausia como un posible desencadenante de la salud cerebral hace más de una década, nadie hablaba de ello. El hecho de que ahora se esté hablando abiertamente de la menopausia en libros, medios de comunicación y conversaciones sociales es un gran paso adelante. Este cambio cultural está derribando tabúes, fomentando la investigación y alentando una comprensión más profunda. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer para garantizar que las mujeres de todo el mundo tengan acceso a información precisa, atención de apoyo y los recursos que necesitan.
Naomi Watts y Nicole Kidman, divinas con más de cincuenta. / /
¿Hasta qué punto importa llevar una vida saludable? Insiste en que lo que es bueno para nosotras lo es también para el planeta.
Por supuesto. Llevar una vida sana es la base para una buena salud y, al mismo tiempo, está profundamente relacionado con una vida sostenible. En esta etapa, es especialmente importante centrarse en alimentos limpios y completos, en la actividad física, en la reducción del estrés y en evitar las toxinas. Todo lo cual se alinea con la sostenibilidad. Por ejemplo, una dieta basada en plantas es beneficiosa para el cerebro y el medioambiente. Y pasar tiempo en la naturaleza tiene beneficios comprobados tanto para la salud mental como para la física. Al cuidarnos de esta manera, también contribuimos a la salud de nuestro hermoso planeta.
Muchos de los consejos son pura lógica. ¿Por qué nos cuesta tanto aplicarlos? ¿Son realmente efectivos en la menopausia?
Es un desafío porque vivimos en un mundo acelerado y exigente que a menudo prioriza la productividad sobre el bienestar. Constantemente hacemos malabarismos con nuestras responsabilidades, lo que deja poco tiempo para concentrarnos en nuestras propias necesidades. Sin embargo, estos pasos simples y lógicos, como dormir bien, comer de manera saludable y bajar el ritmo, pueden marcar una verdadera diferencia durante la menopausia. Ayudan a controlar los síntomas, reducen el estrés y mejoran la calidad de vida en general.
Luego los cambios pequeños y constantes pueden tener un impacto profundo...
El estrés, en particular, es un disruptor endocrino que afecta negativamente a la materia gris del cerebro y el rendimiento de la memoria, especialmente en las mujeres de mediana edad. El estrés crónico puede amplificar los síntomas de la menopausia y dificultar que el cerebro se adapte a los cambios hormonales. Reducir el estrés a través de cambios en el estilo de vida como la atención plena, el ejercicio y el sueño adecuado es fundamental no solo para controlar la menopausia, sino para proteger la salud cerebral a largo plazo.
¿La menopausia tiene un final? ¿Cómo se vive la posmenopausia?
Técnicamente, la menopausia no termina. Una vez que estás en la etapa posmenopáusica, estás en ella de por vida. Pero la transición a la menopausia (de tener a no tener el ciclo menstrual) es una fase de cambio en lugar de un punto final. Y si bien los síntomas de la menopausia pueden ser desafiantes, no necesariamente duran para siempre. Muchas mujeres señalan que sienten una sensación renovada de energía, propósito y entusiasmo en la posmenopausia. Otras no experimentan un rebote después, sino que desarrollan un peor estado de salud, depresión, ansiedad, demencia y demás. Por lo tanto, es increíblemente importante realizar más investigaciones y aprender qué conduce a un resultado u otro.
Entrando en materia, ¿qué nos ocurre exactamente en el cerebro en esta etapa?
Necesitamos más investigaciones para saberlo con certeza, pero lo que conocemos hasta ahora es que la menopausia es un estado neurológicamente activo asociado con alteraciones en la estructura, funcionalidad y conectividad del cerebro. Los niveles de estrógeno disminuyen, lo que puede provocar sofocos, pero también síntomas como confusión, lapsus de memoria y fatiga mental. Sin embargo, el cerebro también es muy adaptable y puede recalibrarse con el tiempo.
Subraya en su libro que el desafío para las mujeres es triple: sexismo, edadismo y menopausia. ¿Cómo podemos hacer frente a todo a la vez?
Estos desafíos son indudablemente importantes, pero al abordarlos abiertamente ya estamos desafiando tabúes sociales y reconfigurando la narrativa. Cuanto más normalicemos estas experiencias y celebremos las contribuciones de las mujeres en todas las etapas de la vida, más podremos desmantelar el sexismo y la discriminación por edad. El progreso llevará tiempo, pero con el esfuerzo colectivo y la defensa de los derechos podemos crear una cultura más inclusiva y solidaria.