Misogi, la filosofía japonesa que te enseñar a ser feliz con poco

En la actualidad, y con el capitalismo, el fast fashion y la impaciencia como punto de partida, tendemos a medir nuestra felicidad en los objetos que podemos obtener de forma inmediata, y cuya posesión relacionamos de forma directa con nuestro estado de ánimo . Error garrafal.

Hay muchas cosas, más allá de las compras compulsivas, que nos pueden repercutir en nuestro bienestar personal. Los japoneses son muy conscientes de ello, y es ahí donde surge Misogi, la filosofía nipona que te enseña a ser feliz con menos y da una lección de que salir de tu zona de confort, es clave para el progreso.

Desde hace varios años, los ciudadanos nipones han sido todo un ejemplo de felicidad , trabajo personal y sabiduría, enseñándonos como las cosas más simples de la vida, son las que nos pueden hacer que seamos mucho más felices en nuestro día a día.

Después del método Ikigai, que es un concepto que puede definirse como la razón de ser o vivir, es lo que hace que tu vida merezca la pena ser vivida, ahora encontramos Misogi, una filosofía que te enseña a vivir con poco, y dar menos prioridad a los bienes materiales.

No es una práctica que haya surgido en la modernidad, sino que proviene de la mitología japonesa. La síntesis de la misma en una idea sería que, la verdadera felicidad reside en la superación personal y en la conexión con nuestro ser interior, reiniciando los límites personales y alcanzando una mayor claridad mental y renovación espiritual.

Los misogis volvieron a ser el centro de atención por la difusión del Método Elliot, desarrollado por el profesor de Harvard, Marcus Elliot. Este toma los viejos preceptos de los misogis y los renueva, siendo tal su éxito, que jugadores de la NBA han decidido adoptarlo para afrontar los desafíos propios del deporte profesional.

Los deportistas de primer nivel han logrado mejorar su rendimiento, incrementando su bienestar tras entrenar. Esta práctica cuestiona todo lo que rodea el mundo occidental, promoviendo esa liberación de los bienes materiales y la felicidad solamente a través de los logros y la superación.

- Establece objetivos realistas: muchas veces nos ponemos unas metas que puede que vayan más allá de nuestras capacidades, lo que acaba derivando en una frustración y sensación de fracaso. Lo mejor es fijar objetivos que te ayuden a salir de tu zona de confort, pero que sean alcanzables, lo que te permitirá disfrutar de la satisfacción.

- Los fracasos son parte del proceso: en esta vida no hay éxito, sin experimentar la derrota. Es lo que te ayudará a ver las áreas de mejora en tu vida, y cómo puedes crear oportunidades para aprender.

- I dentifica la comodidad: saber cuáles son las áreas de tu vida donde te desenvuelves mejor es clave. Estas son las que necesitas desafiar y ponerte retos más elevados, para fomentar el crecimiento personal.

- Resiliencia: el autoconocimiento y la autoaceptación son dos pilares fundamentales en nuestras vidas, que tenemos que desarrollar y trabajar, para poder recuperarnos de los contratiempos y ser capaces de saber qué es lo que queremos y buscamos.