Sales de epsom: el truco secreto detox para relajar la musculatura, acelerar el metabolismo y depurar los líquidos del organismo

Es oficial: los baños de sal de Epsom vuelven a estar de moda. Una vez fue la solución de referencia para los atletas profesionales que buscaban un poco de alivio muscular, pero ahora es un elemento básico de cuidado personal para una gran cantidad de celebridades, desde Kourtney Kardashian hasta Gwyneth Paltrow y Victoria Beckham. Ayuda a muchas cosas: retención de líquidos , inflamación , relajación y mucho más.

¿Por qué a tantas celebridades les encanta la sal de baño tradicional? Se trata de algo más que aliviar el dolor muscular, eso es seguro. Desde una piel radiante hasta un mejor metabolismo, los posibles beneficios ocultos de la sal de Epsom son innumerables. Pero es que también es estupenda para eliminar esos gases que te hacen explotar.

También conocida como sulfato de magnesio o epsomita, la sal de Epsom es un compuesto mineral de magnesio y sulfato, en lugar de una sal en el sentido tradicional, que se compone principalmente de cloruro de sodio. El mineral recibió su nombre después de ser descubierto por primera vez en un manantial en Epsom, en la localidad inglesa de Surrey, en el siglo XVII.

Pero mientras que en los últimos años la sal de Epsom se ha encasillado como un tratamiento anticuado para los músculos y las articulaciones doloridos, el reciente auge del bienestar ha vuelto a despertar el interés en sus beneficios más amplios. Y eso sin duda es por algo. Aquí lo puedes leer.

Cuando se usa la sal de Epsom, el magnesio se absorbe directamente en la piel y afecta directamente los procesos en la piel y el cuerpo en general. Los baños son la mejor manera de obtener los beneficios de la sal de Epsom. En un baño tibio, los vasos sanguíneos de tu piel se dilatan y permiten una mejor absorción de las sales de magnesio en toda la piel.

Lo cierto es que el magnesio se absorbe mucho mejor por vía transdérmica que a través del tracto gastrointestinal. Es por esto que usar cloruro de magnesio en forma de aerosol o sulfato de magnesio (sales de Epsom) en un baño tiene más sentido que la suplementación oral.

Un baño de sal de Epsom puede ayudar a reducir la inflamación. El magnesio ayuda a reducir la inflamación y también ayuda a estabilizar los desequilibrios hormonales y mejorar los procesos celulares. Como la inflamación es la raíz de la mayoría de los problemas de salud, el magnesio ayuda por tanto a mejorar la salud, el funcionamiento de los órganos y la apariencia de la piel.

Por otra parte, son bien conocidos sus efectos sobre la relajación y reducción del estrés. Tu rutina dominical de cuidado personal se puede mejorar con un baño de sal de Epsom, que promueve la relajación al promover un estado mental más sosegado. Así que tenlas a mano para desconectar o incluso tomarte un buen baño tras una jornada agotadora.

Las sales de Epson también te van a ayudar a tratar varias afecciones de la piel como el acné, el eccema y la psoriasis. Además, darte un buen baño con estas sales alivia la picazón en la piel y las quemaduras solares, que también están relacionadas con la inflamación, y alivia el dolor en las articulaciones después de actividades físicas o entrenamientos intensos«.

Para obtener los mejores beneficios de un baño de sal de Epsom, la clave es ser generosa con la cantidad que viertes. No te cortes. Se recomiendan dos o tres baños minerales a la semana, usando entre 500 gramos y 1 kilo de sales para relajar los músculos cansados y doloridos, o entre 100 y 250 gramos para uso general.

También se recomienda mantener el agua a una temperatura bastante cálida para sudar un poco y estar dentro de la bañera durante unos 20 minutos. Un baño de sulfato de magnesio te puede dar el complemento que demandan los estilos de vida modernos, especialmente para quienes tienen abandonado el magnesio, un mineral que se pierde con el estrés.