Las semillas de chía tienen múltiples beneficios demostrados. Por ejemplo, protegen tus huesos, fortalecen tu corazón y, por supuesto, son altamente eficaces dentro de un plan para perder peso. Solas o acompañadas. Por ejemplo, con agua con limón. Porque esa es otra: la cantidad de maneras que hay de comer semillas de chía: pudding, magdalenas, batidos, yogur… No tienes excusa: tu dieta te lo agradecerá.
Parece mentira que algo tan pequeño como las semillas de chía puedan ser tan increíblemente ricas en nutrientes. Consideradas como un alimento básico ya en las antiguas dietas azteca y maya, lo cierto es que sus antioxidantes, minerales, fibra y ácidos grasos omega-3 trabajan por la salud del corazón, el fortalecimiento de huesos, el control del azúcar en la sangre y, por supuesto, son un apoyo inestimable en tu batalla contra el peso.
A pesar de su pequeño tamaño, las semillas de chía están repletas de fibra, proteínas, ácidos grasos omega-3 y varios micronutrientes. También son una excelente fuente de antioxidantes, lo que permite ayudar a neutralizar las moléculas reactivas conocidas como radicales libres, que pueden dañar los compuestos celulares si se acumulan en su cuerpo. Así, el daño de los radicales libres contribuye al envejecimiento y a enfermedades como el cáncer.
Los antioxidantes específicos en las semillas de chía incluyen ácido clorogénico, ácido cafeico, miricetina, quercetina y kaempferol. Todos estos pueden tener efectos protectores en el corazón y el hígado, así como propiedades anticancerígenas. Por ejemplo, el ácido clorogénico puede ayudar a reducir la presión arterial, mientras que el ácido cafeico tiene efectos antiinflamatorios.
La fibra y la proteína en las semillas de chía ayudan a mejorar los resultados de cualquier plan dietético. Dos cucharadas de semillas de chía tienen cerca de 10 gramos de fibra dietética. La mayor parte de esa fibra es soluble. Absorbe agua, se vuelve similar a un gel y se expande por el estómago para retrasar la digestión y ayudarte a sentirte llena después de una comida. Algunos estudios sugieren que comer fibra puede desempeñar un papel en la prevención del s obrepeso y la obesidad. Además, la proteína de las semillas de chía podría ayudar a reducir el apetito y la ingesta de alimentos.
Un estudio encontró que incorporar una cucharadita de sem illas de chía mezcladas con yogur para el desayuno aumentó la sensación de saciedad y redujo la ingesta de alimentos a corto plazo en comparación con comer yogur sin chía.
Otro trabajo con personas con sobrepeso u obesidad y diabetes tipo 2 que consumían una dieta baja en calorías expuso que aquellas que tomaron semillas de chía diariamente experimentaron una pérdida de peso significativamente mayor respecto a quienes no tomaorn nada.
Aunque es poco probable que agregar semillas de chía a tu dieta cause pérdida de peso por sí solo, puede ser una adición útil a una dieta nutritiva y equilibrada si estás tratando de perder peso. Al ser ricas en proteínas y fibra, se ha demostrado que ambas ayudan a bajar peso. Su perfil saciante es enormemente valioso.