ALIMENTACIÓN SALUDABLE
ALIMENTACIÓN SALUDABLE
No hay duda alguna de que el pan es uno de los alimentos más consumidos en nuestro país, aunque no siempre sea sencillo encontrarlo de buena calidad. Es además uno de los que más carbohidratos aportan a nuestra dieta lo que proporciona energía instantánea para afrontar el día.
Pero bien es cierto que un exceso de carbohidratos puede aumentar tu ingesta de calorías, lo que hará que aumentes de peso irremediablemente. Por eso, a no ser que te adhieras a la dieta del bocadillo que sigue Ion Aramendi, lo primero que te restringen en un dieta de adelgazamiento es el pan.
Afortunadamente, si eres una pan lover, existen pequeños trucos que pueden convertir tu guilty pleasure favorito en un gran apoyo para controlar tu peso . La doctora Karen Alarcón ha explicado en sus redes sociales que lo mejor para eliminar gran parte de los carbohidratos del pan es congelarlo.
La gran mayoría de nosotros congelamos el pan sobrante para que no se ponga duro y poder disponer de él en cualquier otro momento, pero este pequeño hábito tiene otros beneficios con los que no contábamos. Y es que según ha contado esta experta, calentar pan previamente congelado convierte los carbohidratos «en fibra prebiótica, que no sólo beneficia tu microbiota, sino que también va a regular tu glucosa en sangre«.
Eso sí es muy importante que el pan congelado sea de calidad, como el de masa madre y elaborado con harinas integrales, lo que favorecerá tu digestión y contribuirá a la sensación de saciedad. Además, claro, de combinarlo con una dieta equilibrada en la que los vegetales tengan el papel protagonista.
Pero este pequeño gesto tiene otros beneficios, según explica Alarón. «Recuerda además, que el almidón por efecto del calor se digiere mejor, así que seguramente tendrás menos molestias de distensión abdominal y gases«, indica en el vídeo. Como ves, este sencillo hábito tiene muchas ventajas.
La doctora también indica en su publicación, que este truco funciona con otros alimentos ricos en carbohidratos, como el arroz o la pasta. Esto tiene una explicación, y es que el almidón que contienen estos alimentos se convierte en almidón resistente, una sustancia poco digerible, lo que hace que aporten menos calorías y que actúen como prebióticos.
En el caso del arroz y la pasta no es necesario congelarlo, valdría con cocerlo y enfriarlo en la nevera antes de consumirlo. De este modo, conseguirás potenciar sus beneficios sobre el tránsito intestinal, siendo clave en la prevención del estreñimiento y disminuyendo la incidencia de ciertas enfermedades.
Pero no sólo eso. Convirtiendo el almidón en almidón resistente, aumentarás el efecto saciante de los alimentos, con lo que te ayudará a controlar el peso. También se reducirán los picos de glucosa además de actuar como prebiótico, o lo que es lo mismo, actúa como alimento de nuestra microbiota.