La pasta no tiene por qué engordar si sabes cómo comerla. /
¿Cómo es posible que Italia tenga los índices de sobrepeso más bajos de Europa comiendo pasta casi a diario ? ¿No nos han dicho toda la vida que los carbohidratos de la pasta mejor evitarlos (o reducirlos) para no engordar en exceso? Lo cierto es que esta teoría tiene sus detractores, pero aunque así fuera, comer pasta no tiene por qué hacerte engordar.
Ciertos factores genéticos o un estilo de vida más activo pueden influir en el nivel de grasa de los italianos, pero lo cierto es que la clave está en cómo cocinan y cómo comen ellos la pasta. Apunta estos cuatro trucos para que puedas disfrutar de un plato de pasta prácticamente a diario, como ellos.
1. Di adiós al pan: en España comemos pan en todas las comidas del día, superando así la cantidad de carbohidratos recomendada. En Italia, con la pasta no se come pan, por lo que se reduce la ingesta total de calorías. Si lo piensas bien, hay comidas en las que el pan es imprescindible, pero con la pasta no es tan necesario.
2. Controla las cantidades: en Italia, la ración de pasta no suele superar los 80 gramos por persona, mientras que en otros países, como España, es frecuente que se sirvan más de 100 gramos por plato. No te excedas en la cantidad para poder disfrutar de un buen plato de pasta sin excederte en calorías.
Trucos de los italianos para no engordar comiendo pasta. /
3. Huye de las salsas hipercalóricas: los italianos prefieren salsas elaboradas con ingredientes naturales, evitando opciones a base de nata o tomate frito industrial. Utilizan verduras, aceite de oliva y especias, lo que reduce el contenido calórico y aporta nutrientes esenciales, sin los azúcares y grasas de las salsas preparadas.
4. Mejor al dente: la cocción de la pasta también es importante. Los italianos la dejan al dente, es decir, con un punto ligeramente crudo. Este método de cocción ralentiza la absorción de carbohidratos y evita picos elevados de glucosa en sangre, lo que contribuye a un mejor metabolismo y control del peso.
Además de estos trucos de los italianos, existe otro que hemos conocido recientemente , y consiste en enfriar tu plato de pasta después de cocerla. De este modo, conviertes el almidón que contienen los carbohidratos en resistente, una sustancia poco digerible, lo que hace que aporten menos calorías y que actúen como prebióticos.
Puedes encontrar almidón resistente de manera natural en ciertos alimentos, como las legumbres, los cereales integrales o el plátano verde, pero también puedes fabricarlo tú mismo cociendo algunos alimentos con almidón y poniéndolos a enfriar después. Y entre esos alimentos se encuentra la pasta.
Si el enfriamiento se realiza en la nevera en lugar de a temperatura ambiente, aumenta más la cantidad de almidón resistente que se forma, pero debes tener cuidado con su posterior recalentamiento, ya que si lo haces a una temperatura demasiado alta, este tipo de almidón tiende a disminuir.