ALIMENTACIÓN SALUDABLE Las vitaminas que debes incluir en tu alimentación para perder peso y quemar grasa

Aunque el peso no es un indicativo de salud por sí mismo, son muchas las personas que quieren controlarlo para evitar ciertas enfermedades asociadas a la obesidad. La mejor forma de lograrlo es mediante una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio de forma regular, la única manera de conseguirlo saludablemente y no volver a recuperarlo.

Una dieta equilibrada supone contar con todos los nutrientes necesarios a través de la alimentación y la mejor forma de conseguirlo es acudir a un especialista, quien puede adecuar tu dieta a tus necesidades y tu ritmo de vida. Pero una de las cosas en la que todos los especialistas coinciden es en la importancia de las vitaminas , tanto para adelgazar como para mantener un correcto funcionamiento del organismo.

Y es que las vitaminas son nutrientes claves que ayudan a perder peso y reducir la grasa. Esto se debe a que son muy importantes para numerosos procesos metabólicos, destacando su capacidad para eliminar el exceso de grasa. Pero no estamos hablando de una vitamina en concreto, sino varias de ellas:

Las vitaminas del grupo B como la B1, B2, B3, B5, B6, B7, B9 y B12, ayudan a metabolizar las grasas, proteínas y los hidratos de carbono, además de contribuir a convertir los alimentos que se comen en energía en lugar de guardarlos en forma de grasa. Esta vitamina se puede encontrar en alimentos como las lentejas, la leche, los huevos, la carne magra, los cereales integrales, los plátanos o las patatas.

La vitamina C incentiva la producción de carnitina, molécula que ayuda a quemar grasas. Además, al ser antioxidante protege el organismo de los daños que causan los radicales libres, que se producen cuando se metabolizan las grasas y son los responsables del envejecimiento celular.

Lo más habitual es consumir frutos cítricos para acumular vitamina C en el organismo, como naranja o limón. Pero también está presente en otras frutas o verduras , como el brócoli, la coliflor, los pimientos, el kiwi y otros frutos rojos como las fresas o los arándanos.

La vitamina D ayuda a mantener un peso saludable. De hecho, varios estudios han establecido un vínculo entre la falta de este nutriente y la obesidad. Se piensa que puede afectar en el almacenamiento y descomposición de las células grasas y regular los niveles de las hormonas que almacenan la grasa.

Esta vitamina se puede encontrar en alimentos como las sardinas, el atún, el salmón, los lácteos y la yema de huevo. Pero la mejor forma de acumular vitamina D en el organismo es mediante la exposición al sol, una manera de que el organismo la produzca por sí mismo de forma natural.

Gracias a las propiedades antioxidantes de la vitamina E, ayuda a reducir la inflamación y por ello, a perder peso. También ayuda a combatir el estrés oxidativo, algo que contribuye a eliminar el exceso de grasa abdominal. No provoca directamente una pérdida de peso, pero ayuda a que no se acumule la grasa.

La vitamina E está presente en grandes concentraciones en todos los aceites vegetales (girasol, colza, oliva...), así como en los frutos secos, verduras como el aguacate, las espinacas o el brócoli y, en menor medida, en los huevos, los cereales, y todos los productos de origen animal.