Carol Moreno pintando un mural. / DR

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Carol Moreno, la pintora y muralista autodidacta que decora los espacios más exclusivos y preciosos

Los pinceles de Carol Moreno llenan paredes y lienzos de escenarios románticos con un punto escapista.

Desde que tiene memoria, Carol Moreno (Barcelona, 1975) quería pintar. Estudió Marketing y Publicidad, pero su sueño seguía allí. «Yo siempre estaba con mis ensoñaciones, pintando. Para mí era una necesidad y trataba de hacerla real –relata–. Un día, cuando realizaba unas prácticas de Marketing, le propuse a la empresa pintar uno de los despachos, para evitar que fuera tan sobrio».

Nunca tuvo miedo a la experimentación, ni a las primeras veces. El resultado gustó mucho. «Aquello fue el clic que me hizo pensar que ésa podía ser una manera de cumplir mi vocación». Hoy, es una reconocida muralista y pintora, y su nombre ha transitado de boca a oreja en las dos últimas décadas.

Las muestras de su trabajo están en el Hotel El Palace de Barcelona, con varias suites ilustradas con personajes conocidos, en las paredes de varios despachos de la sede de Mahou y en los dibujos de algunas colecciones de la firma de tejidos y papeles pintados Coordonné.

Carol Moreno. / DR

Si algo distingue a Carol Moreno es que es totalmente autodidacta. «Mi formación ha sido comprar libros, practicar, no tener miedo, ponerme objetivos». Pintores, películas y obras de referencia han alimentado su iconografía, el color o los temas.

Bosques, estanques, jardines silvestres, ríos agitados y cielos borrascosos surgen bajo su mano. Sorprende y fascina su estilo romántico, con influencias de la Escuela del río Hudson y del prerrafaelismo, con toques del Barroco y la luminosidad de Velázquez.

La obra de Carol Moreno. / DR

Pinta con acrílicos y a mano alzada con lápiz, empezando con los fondos y acercando los motivos. «Procuro no centrarme en un detalle, porque puede condicionar el resultado. Hay que tener una visión general». En algunos murales, finaliza con un tratamiento de envejecido.

Sus clientes demandan obras muy personales. «Muchas veces tienen una idea, quieren un paisaje que les resulta querido –explica la artista–, pero no saben lo que buscan exactamente». Ella les asesora, analizando perspectivas, tamaños y colores.

La obra de Carol Moreno. / DR

Trabaja con un boceto previo, para visualizar la obra antes de acabarla y tener presente la paleta de color y la historia. Un mural de 3x4 metros le lleva unos 10 días. Su pintura le obliga a convivir con su cliente, que es testigo del proceso creativo. En otras ocasiones, pinta el mural en un lienzo y luego se coloca en la pared. La manera en la que surgen los elementos es casi orgánica. «Como si fuera algo vivo», apunta.

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