Torres Blancas, icono del brutalismo en Madrid. / INSTAGRAM @torresblancas.madrid

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La fascinante historia del edificio Torres Blancas, el icono del brutalismo en Madrid que está de plena tendencia este 2025

Cómo el brutalismo vuelve a estar de moda este 2025 y por qué el edificio Torres Blancas sigue inspirando las tendencias decorativas seis décadas después.

Francisco Javier Sáenz de Oiza es, con permiso de Ricardo Boffil y Rafael Moneo, el arquitecto español más influyente del siglo XX. Discípulo de Le Corbusier y de Frank Lloyd Wright, hizo de la arquitectura organicista y del brutalismo su seña de identidad. Valiente, ambicioso y ecléctico, sus obras son tan sublimes como polémicas. Y entre todas ellas, Torres Blancas.

Icono de la arquitectura madrileña, el edificio de Torres Blancas, en la confluencia de la calle Corazón de María con Avenida de América, recibe flamante y orgulloso a todos aquellos que entran en la capital por la autovía del Nordeste. Su reconocible silueta de robusto hormigón poco tiene que ver con su nombre. O sí.

Porque este árbol de hormigón visto de 81 metros de altura iba a estar recubierto de placas de mármol blanco. Sin embargo, cuentan que la decisión final de dejarlo tal y como lo conocemos fue del constructor José Huarte, ávido lector de San Juan de la Cruz, que, tal y como cuentan en Arquitectura y Diseño, «quería unas torres »blancas« en el sentido de pureza constructiva, de mostrar el hormigón como era y no desvirtuarlo tapándolo con pintura».

Rupturista, atrevido y desafiante, Sáenz de Oiza otorgó una expresividad casi plástica a la llamativa fachada en un juego de formas cilíndricas de las que nacen anexos circulares que iba mucho más allá de las líneas rectas que se asociaban a este movimiento y que, en línea con el organicismo que tanto y tan bien trabajó el arquitecto, se inspiraba en el crecimiento orgánico de los árboles.

Además, la estructura típica de pilares y vigas se sustituyó por muros portantes, convirtiendo Torres Blancas en una de las obras de hormigón más complicadas del momento. Tanto, que fue valedora del Premio del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) en su primera edición de 1972 y, dos años más tarde, en 1974, del Premio a la Excelencia Europea.

Aunque Francisco Javier Sáenz de Oiza bien podría ser considerado el arquitecto de la vivienda social en España (una suerte nacional de su maestro Frank Lloyd Wright, el arquitecto de la clase media americana), lo cierto es que el uso y disfrute de Torres Blancas tendría un carácter mixto, ya que además de las 21 plantas destinadas a pisos de lujo, las plantas superiores tendrían una finalidad lúdica que incluía sala de exposiciones y conferencias, restaurante, locales comerciales y una espectacular piscina cubierta.

Interiorismo de inspiración brutalista. / getty

Qué es el brutalismo y por qué vuelve a estar de moda en 2025

Sáez de Oiza traspasó con el brutalismo organicista de Torres Blancas los límites de lo esperado, y el imponente resultado no solo marcó una época constructiva, también cambió para siempre la estética de la capital y se ha convertido en un emblema del paisaje madrileño que ha permanecido inalterable durante más de medio siglo. Y ahora, casi seis décadas después, está más en tendencia que nunca.

Según explican desde Casa Decor, el término brutalismo «deriva del francés «béton brut» (hormigón crudo) y es un estilo arquitectónico que se caracteriza por estructuras de hormigón, formas geométricas y un diseño que prioriza la funcionalidad sobre la estética decorativa«.

Nacido en la década de los 50, aunque el edificio que nos ocupa se construyó entre 1961 y 1968 y se inauguró en 1969, la popularidad del brutalismo decayó en los años 80, pero en la segunda década de este siglo XXI «ha resurgido con un enfoque renovado en la sostenibilidad y en las prácticas responsables«, tal como destacan los expertos de Casa Decor.

Cómo trasladar la decoración brutalista a tu casa. / getty

Este 2025, el brutalismo vuelve a estar a la última en nuestras casas no solo por la aclamada película The Brutalist de Adrien Broody, sino porque la crudeza y autenticidad del hormigón ya no se tapa en paredes, revestimientos, suelos o elementos estructurales, que se dejan a la vista y aportan un toque industrial con un marcado carácter retro que escribe un nuevo capítulo en las tendencias de interiorismo que más nos inspiran.

Para suavizar la dureza del hormigón utilizado con fines ornamentales, lo utilizaremos en espacios amplios y muy bien iluminados, con grandes ventanales y fuentes de luz natural. Además, nos encanta su efecto combinado con una paleta cromática cálida con matices potentes (del amarillo al naranja, el rojo o los azules y verdes intensos), muebles de madera robusta de líneas sencillas y muchas, muchas plantas que aporten color y vida a la habitación.

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