Tendencia Folk: cómo decorar con colores vibrantes, según los expertos de Ikea

Está claro que la llegada del buen tiempo no solo nos incita a salir de los clásicos a la hora de vestirnos, sino que en la decoración de nuestro hogar también quedan relegados a un segundo plano. En su lugar aparecen otras tendencias muy punteras, que se están adueñando de otros sectores, como el estilo Folk.

Es una estética surgida en la década de los 70, y marcada por el uso de un mobiliario rústico y natural. El resultado que nos otorga es el de un ambiente bohemio y atemporal, donde los colores más vibrantes tienen un papel protagonista, cayendo en combinaciones arriesgadas, pero muy elegantes.

Tampoco pueden faltar los estampados y las telas artesanales, que eran claves en esa época, utilizándolos en elementos decorativos como cojines, alfombras, o incluso cortinas. Una de las razones de su éxito es que se puede conseguir un gran resultado sin tener que invertir demasiado dinero.

Una de las grandes abanderadas de este estilo, y que además sigue esa filosofía low cost, es Ikea, cuyos expertos también están de acuerdo con las ventajas estilísticas con las que cuenta la tendencia Folk. Coje papel y lápiz, y toma nota de todos los trucos para incluirla en tu casa esta temporada.

Como bien te adelantábamos, las tonalidades sobrias no tienen cabida en este tipo de decoración, sino que las alternativas más vibrantes son las predilectas. Opciones como el naranja, el azul klein o el rojo, que puedes incluir en pequeñas dosis o lanzarte de lleno a ellos, realizando combinaciones arriesgadas, pero con un sello distintivo.

Otra de las características que define a esta estética, es el uso de estampados, en concreto el paisley, que es la seña de identidad también en el terreno fashion. Este se caracteriza por el uso de patrones geométricos combinados entre sí, y cuya diferenciación es que no hay reglas a la hora de combinar colores.

Pero también destacan las flores, influenciadas por el movimiento hippie de los años 70, pudiendo decantarse por ellas en cualquier formato. Desde elementos pequeños como cojines, hasta unas buenas cortinas o incluso papel pintado, que dará un giro de 180 grados a la estancia.

Aquí las formas vanguardistas quedan relegadas a un segundo plano, predominando esos clásicos atemporales que se resisten a colgar la etiqueta de pasado de moda. Muebles de madera envejecida, roble o nogal, como cómodas, estanterías o mesas , que serán los protagonistas absolutos de cualquier estancia.

Esto es muy importante a la hora de invertir en piezas acordes a esta tendencia. No significa que tengas que irte al mercadillo más recóndito para encontrarlas, sino con que en su aspecto se vea reflejado, es más que suficiente. Esto lo podemos conseguir por medio de técnicas como el bordado o el patchwork, claves en el estilo folk.