Una mujer hace ejercicio en un gimnasio. / GTRES

vivir

Cómo lo hacen las que se 'enganchan' al gimnasio

Por mucho que te digan, no solo se necesita actitud y compromiso. Estos trucos te ayudarán a convertir el ejercicio en un hábito que te resulte agradable.

Si alguna vez te has preguntado por qué algunas personas parecen estar tan "enganchadas" a esto de hacer ejercicio si a ti te cuesta horrores, es que quizá te falte un poco de motivación. Con estos trucos sencillos, conseguirás que, poco a poco, la rutina diaria de ejercicios pase de ser una obligación a un placer.

1. Solo van a las clases o practican deportes que les gustan. La gente que le gusta el deporte o que se engancha al gimnasio no pierde su tiempo con actividades que no disfrutan. Con demasiada frecuencia la gente se dispone a apuntarse a un club de running cuando odia correr, y hacerlo es un error de libro. Funcionará el entrenamiento que te interese o que disfrutes no el que haya hecho adelgazar a tu vecino. Lo que importa es que te guste lo suficiente para que puedas mantenerlo en el tiempo y que no se convierta en una excusa para no ir al gimnasio para quedarte en el sofá.

2. Llevan un dispositivo para conseguir información sobre sus entrenamientos. Estar informado sobre la actividad de tu cuerpo y ver los avances que vas haciendo con los entrenamientos es un gran motivador para no abandonar y para exigirte cada día un poco más. Esos pequeños desafíos diario también te ayudarán a engancharte y a estar más conectado con los entrenamientos.

3. Entrenan con un amigo. Los adictos al gimnasio lo consiguen “con una pequeña ayuda de sus amigos”. El gimnasio o su grupo de deporte se convierte en parte de su vida social. Les resulta agradable encontrarse con ellos y hasta competir y picarse un poco. En resumen se lo pasan mejor y no ven el entrenamiento como una obligación sino como algo para hacer con amigos que puede resultar divertido.

4. Entrenan al aire libre y están en contacto con la naturaleza. Si hay mal tiempo entrenan en interior pero en cuanto sale el sol salen a la calle o se van al parque más cercano con la bici o a correr. La naturaleza los hace sentir vivos y les devuelve la paz que perdemos por pasar tantas horas en espacios cerrados. Es más probable que quieran repetir. Un estudio de 2011 vinculó el arte de sudar la camiseta en ambientes exteriores con una mayor energía disponible y más compromiso para practicar una actividad deportiva.

5. No piensan demasiado en si están o no perdiendo peso. Es más difícil estar motivado cuando miramos a corto plazo y nos planteamos objetivos que podemos ver cumplidos en poco tiempo. Por eso en lugar de enfocarse solo en los 10 kilos que quieren perder las personas que consiguen engancharse al gym prefieren pensar en la energía y la agilidad que ganan cada día con sus entrenamientos, o en el estrés que liberan, unas ganancias que pueden apreciarse y disfrutarse casi de inmediato.