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Correr es un ejercicio simple, eficaz y barato: solo necesitas un par de zapatillas. Sus beneficios están respaldados por cientos de estudios recientes y antiguos que hoy se han revisado debido a la fiebre de running que vive el mundo. Ahora otro de esos trabajos publicado el mes pasado en Progress in Cardiovascular Diseases asegura que la gente que corre suele vivir tres años más que los que no lo hacen.
Los investigadores buscaron si otras prácticas como caminar, o montar en bici suponían los mismos beneficios que correr, o si los corredores tenían alguna ventaja especial sobre otros deportistas. Y lo que demostró el estudio es que todos veían su esperanza de vida alargada cuando practicaban algún deporte, pero en el caso concreto de los que corrían, cada hora de carrera se traducía en siete horas adicionales de vida. Así, haciendo cálculos podría concluirse que si se corren cuatro horas por semana la esperanza de vida mejoraría unos tres años, según sus cálculos. Eso sí, correr más horas que las indicadas a la semana no se traducía en más tiempo de vida, tampoco en perjuicios reseñables.
Cabe destacar, sin embargo, que los autores aclaran en el estudio que quizás la longevidad de los corredores no se deba solo a su práctica física porque ellos también tienen otros hábitos saludables, por ejemplo, un peso corporal saludable, no son fumadores y tampoco suelen ser bebedores habituales.
El estudio también muestra que los corredores que también practican otros deportes tienen el mismo riesgo reducido de muerte súbita, por eso creen que combinar el running con otros deportes es la mejor opción.
También admiten que no está nada claro cuántas horas de running son seguras para la salud, sí saben que no es el mejor ejercicio por razones ortopédicas y musculares ya conocidas, y quizás por ello habría que restringir su práctica en el caso de algunas personas.