Beber agua e hidratarnos durante el ejercicio físico es esencial para nuestro cuerpo y para conseguir tenerlo en perfectas condiciones facilitándole afrontar mejor el desgaste físico. Por eso queremos pensar que todo el mundo se hidrata durante sus rutinas fitness, lo que no estamos tan seguras es de que lo estés haciendo bien. Y es que la manera en la que bebemos agua durante el entrenamiento importa más de lo que piensas.

De hecho, al igual que los leggings de compresión mejoran nuestra efectividad en el entrenamiento, la forma en la que bebemos agua mientras hacemos ejercicio también influye y mucho. Y es que la deshidratación puede llegar a ocasionar calambres, mayor riesgo de lesiones, agotamiento, mareos, bajo rendimiento muscular, falta de coordinación... Del mismo modo beber demasiado deprisa también influye pudiendo ocasionar flato y náuseas.

La manera en la que bebemos agua durante el entrenamiento importa más de lo que piensas. / getty.

¿Es importante beber agua antes de entrenar?

Sí, más de lo que te imaginas. Los expertos recomiendan comenzar el entrenamiento bien hidratado y en los descansos beber pequeños sorbos. Esto permitirá que no te deshidrates durante el entrenamiento y que tu rendimiento sea mucho mejor. No hay una cantidad exacta para beber antes del entrenamiento ya que cada persona es diferente. Aún así lo más recomendado por los expertos es beber entre 500 y 600 ml incluso dos horas antes del entrenamiento.

¿Por qué recomiendan beber en pequeñas cantidades?

No hay una explicación exacta a esta pregunta, lo que sí es cierto es que el hecho de beber mucha cantidad o muy rápido puede acabar siendo molesto para nuestro estómago durante la realización de la rutina fitness. Además puede llega a provocarnos náuseas, flato y afectar a nuestro rendimiento físico.

La importancia de la re-hidratación:

Una vez realizado el ejercicio físico es importante beber el volumen de líquido igual a 1,2 o 1,5 veces el peso perdido durante el ejercicio. Es decir, si el peso perdido es de 1kg lo recomendable es beber 1,5 litros de agua. Por eso es importante que nos pesemos antes y después de nuestra rutina de entrenamiento.

Nuestro consejo:

Intenta adelantarte a la sensación de sed durante el ejercicio. Ya que la sed es el síntoma claro de deshidratación y posiblemente tu rendimiento fijo baje. Pero tampoco caigas en el error de beber en exceso ya que, al igual que la deshidratación, la sobrehidratación también puede ser un gran inconveniente para nuestra salud.

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