vivir
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1. Gatea como un oso para calentar: Colócale a cuatro patas, sin apoyar las rodillas en el suelo, pero lo más cerca posible a este. Comienza a gatear avanzando una pierna y el brazo opuesto al mismo tiempo, luego cambia de lado. Avanza de esta forma cuatro pasos hacia adelante y cuatro hacia atrás.
2. Salto de gacela para los brazos: Sobre una colchoneta, apoya las palmas de las manos y la punta de los pies y flexiona las rodillas. Desde esta postura, toma un poco de impulso y salta elevando el tren inferior e intentando alternar la caída hacia la derecha y a la izquierda, manteniendo las piernas y los pies juntos. Intenta no tomar demasiado impulso hasta que te hayas familiarizado con el movimiento, el objetivo es aterrizar suavemente. Repite al menos 10 veces.
3. Estira como un camello: De rodillas, con las piernas juntas, echa el torso hacia atrás y la pelvis hacia delante, abriendo el pecho hacia el techo. Arquea lentamente la espalda ayudándote con los brazos. Aguanta un minuto.
4. El paso del pato para fortalecer: Con este ejercicio conseguirás unos muslos y glúteos de acero. Para hacerlo ponte en cuclillas, conservando el equilibrio en las puntas de los pies. Camina en esta postura, moviéndote hacia adelante y hacia atrás. Cuando sientas la tensión en los gemelos, descansa apoyando los talones. Da 10 pasos así como mínimo.
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