Parece mentira, pero muchas veces la sensación de hambre es nada más y nada menos que ansiedad. Ambas sensaciones tienen similitudes, pero por suerte hay maneras de diferenciarlas y prevenir caer en atracones .
Aprender a conocer la diferencia entre hambre y ansiedad, nos ayuda a comer bien o conocer nuestro cuerpo y mente y sobre todo a no dejarnos vencer por impulsos que siempre terminan en malas decisiones.
Primero hay que entender que comemos para alimentar nuestro cuerpo . Por eso es importante que lo nutramos y no lo llenemos de comida que aporta cero y nada a nuestra salud.
Un factor importante cuando queremos diferenciar el hambre de la ansiedad es saber si esa necesidad por comer algo nos da cuando estamos bajo mucho estrés . Encontrar el origen de la ansiedad y superarlo cuanto antes es uno de los grandes retos.
La ansiedad se distingue del hambre porque aparece de una forma repentina. Además, no suele pedirnos ni verduras ni frutas ni lo que llamamos comida saludable. Digamos que sentimos la necesidad de llenar un vacío de forma inmediata y con alimentos ultraprocesados y azucarados.
Cuando se trata de hambre no necesitamos comer inmediatamente, usualmente podemos aguantar e incluso sentir como el hambre va aumentando.
20 de enero-18 de febrero
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