Si Julia Roberts, Lady Gaga y Gwyneth Paltrow confían en un entrenamiento físico completo y nada invasivo capaz de conquistar a las más exigentes, ¿cómo no vamos a esforzarnos en descubrir más sobre el secreto mejor guardado de Hollywood? Hablamos de los métodos Gyrotonic y Gyrokinesis, ambos registrados, que fueron desarrollados a finales de los años 40 por el bailarín húngaro Juliu Horvath al buscar una terapia que le ayudara a rehabilitar las lesiones sufridas a lo largo de su carrera. Así nacieron dos disciplinas que aúnan danza, yoga, natación y taichi.

Según Silvia Guijarro, formadora y entrenadora de Gyrotonic Madrid, «la diferencia básicamente es que Gyrotonic se practica con máquinas que aportan infinidad de estímulos muy concretos y permiten un trabajo preciso y controlado. En Gyrokinesis nos movemos sin más equipamiento que una banqueta y una esterilla, por lo que el cuerpo tiene que crear resistencias y contrastes para moverse».

La diferencia básica de esta técnica es que trabaja con máquinas que aportan un trabajo preciso y controlado.

La bailarina Flavia Abbadessa, del centro The Garden, asegura que «con ambos fortalecemos la musculatura más profunda, activamos partes del cuerpo dormidas y relajamos las que están sobrecargadas, obteniendo un equilibrio perfecto. Trabajan los sistemas nervioso y linfático, la respiración y la coordinación. Ambos son muy meditativos, pero Gyrokinesis es más dinámico, cada movimiento fluye hacia otro, mientras que Gyrotonic se compone de varias familias de ejercicios, y entre una y otra paramos para colocar la máquina para la siguiente». Alba Marcos Fosch, Máster Trainer y directora de Estudi Bonavista, cuenta que el objetivo de ambos métodos es un cuerpo sin dolor, relajado y con plena movilidad.

«Muchos clientes refieren la sensación de que han crecido y de que su morfología ha cambiado. En un bailarín, vemos un cuerpo con musculatura definida y fuerte, pero sabemos que es muy ágil. Si observamos un cuerpo de musculación de gimnasio, lo vemos fibrado y fuerte, pero rígido. Es un entrenamiento, pero muchos fisioterapeutas, como es mi caso, lo usamos como herramienta de rehabilitación», aclara. «Flexibilizas tu mente, activas tu sistema vestibular, tu equilibrio, la memoria, deshaces tensiones, recuperas hernias discales y previenes el envejecimiento de tus células», concluye Silvia Guijarro.

Práctica de Gyrotonic en el madrileño The Garden. / The Garden

Abbadessa aclara que «aunque obtengamos agujetas, la sensación es diferente a la de otros ejercicios. Al ser movimientos circulares, creamos continuas espirales en la columna y en todo el cuerpo; es como realmente deberíamos movernos: en todas las direcciones. Al principio hacemos trabajo de relajación de las capas superficiales, para activar nuestro centro más profundo. Una vez que estemos bien conectados, podemos trabajar a un nivel muy intenso», . Silvia Guijarro advierte que, «aunque no se deben esperar resultados inmediatos, en el 95% de los casos se resuelven dolores crónicos y molestias más o menos leves».

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