Parece que deporte y piel impecable no pegan demasiado, ¿verdad? Pues lo creas o no, sudar haciendo deporte puede ser muy beneficioso para tu piel. Evidentemente, después de hacer deporte deberías limpiar tu piel igual que haces con el resto de tu cuerpo, pero practicar ejercicio de forma habitual puede mejorar la salud de tu piel por diversas razones. ¿Quieres conocerlas?

Mejora el flujo de oxígeno a la piel

Cuando haces ejercicio, los niveles de oxígeno de tu cuerpo aumentan y esto es beneficioso para la piel porque ayuda a mejorar su elasticidad. Además, el aumento del flujo de oxígeno ayuda a eliminar las toxinas e impurezas que pueden obstruir los poros y provocar brotes de acné.

Reduce los niveles de estrés

El estrés puede tener efectos negativos en nuestra piel, desde los brotes de acné hasta la falta de brillo. Por tanto, reducir los niveles de estrés puede tener un gran impacto en el aspecto de tu piel y en eso el ejercicio puede ayudarte. Hacer deporte reduce el cortisol, conocida como la hormona del estrés, porque ayuda a aumentar las endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad.

Aumenta la producción de colágeno

El colágeno es una proteína esencial para la salud de la piel ya que ayuda a que tenga un aspecto terso y joven, y también contribuye a la cicatrización de las heridas. Por desgracia, la producción de colágeno comienza a disminuir a medida que envejecemos, lo que puede provocar arrugas y otros signos de envejecimiento.

Mujer abrochándose las zapatillas para hacer running. / Foto de Ömer Karakus en Unsplash

Pero hacer ejercicio de forma regular ayuda a aumentar la producción de colágeno, por lo que el ejercicio no sólo puede ayudar a reducir la apariencia de las arrugas existentes, sino que también puede ayudar a prevenir la formación de otras nuevas. En definitiva, hacer ejercicio rejuvenece.

Promueve el crecimiento celular

Esto es beneficioso para la piel porque ayuda a sustituir las células viejas y dañadas por otras nuevas y sanas. Como resultado, el ejercicio regular puede ayudar a mejorar el aspecto y la textura de la piel en general. Esto se debe a que aumenta la actividad de la telomerasa, una enzima responsable de la protección de nuestro ADN que permite un mejor crecimiento y replicación celular.

Aumenta la luminosidad de la piel

Después de hacer ejercicio, la piel tiene un brillo especial debido al aumento del flujo sanguíneos. Cuando haces ejercicio, tu ritmo cardíaco aumenta y tus vasos sanguíneos se dilatan, lo que permite una mejor circulación de la sangre. Esto proporciona a la piel un rubor temporal que puede durar hasta varias horas después de terminar de hacer ejercicio.

¿Puede el ejercicio ser perjudicial para la piel?

Sí, en algunos casos, practicar deporte puede ser perjudicial para tu piel. Al realizar deporte al aire libre, por ejemplo, debes tener cuidado con la cantidad de exposición al sol que recibes y utilizar siempre una crema con factor de protección solar para que este no provoque un envejecimiento prematuro.

Mujeres realizando ejercicios con bandas elásticas. / Foto de Bruce Mars en Unsplash

En el caso de que sufras rosácea, el ejercicio puede desencadenar sus síntomas y provocar enrojecimiento de la piel, hinchazón e irritabilidad. Además, si eres propensa al acné puede aumentar tu producción de sebo, mezclándolo con las células muertas de la piel y la suciedad, lo que provoca que los poros se obstruyan.

Si tienes la piel sensible, el ejercicio puede provocar enrojecimiento, picor, ardor o sensación de escozor, y si eliges practicarlo en espacios compartidos, debes tener cuidado para que las bacterias no te provoquen problemas cutáneos como hongos o pie de atleta.

Por eso, para aprovecharte de los beneficios del deporte para tu piel pero no quedarte con lo malo, es importante limpiar tu piel nada más terminar de entrenar y eliminar así el sudor, la suciedad y las bacterias. También deberías utilizar una crema hidratante ligera para hidratar tu piel y ayudar a prevenir cualquier irritación.

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