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Practicar yoga en la cama antes de acostarte es una excelente manera de liberar todo aquello a lo que estás aferrada mental o físicamente antes de sumergirte en una noche tranquila de sueño profundo. Pero también puede ayudarte más de lo que crees a perder peso y mejorar tu calidad de vida. Avalado por la ciencia.
Incorporar una práctica relajante de yoga a tu rutina nocturna puede mejorar tu sueño. Esto es especialmente beneficioso para las personas que duermen poco, padecen insomnio o tienen tiempo limitado para dormir. Lo que igual no sabías es que también tiene una interesante incidencia física.
Una práctica constante de yoga está relacionada con la pérdida de peso y la calidad del sueño. Hacer yoga antes de acostarte puede ayudarte a dormir mejor, lo que a la larga tiene un efecto positivo en el mantenimiento y la pérdida de peso. También puede ayudarte a ser más consciente de tus hábitos alimentarios.
Practicar yoga en la cama con regularidad puede ayudarte a controlar los síntomas del insomnio. Es posible que puedas conciliar el sueño más rápido, dormir más tiempo y luego volver a dormirte si eres de las que se despiertan por la noche con facilidad. Una investigación de 2019 señaló la eficacia del yoga y otras terapias mente-cuerpo para tratar el insomnio y promover un mejor sueño.
El yoga es una alternativa natural a tanta farmacología como se receta en estos días para aliviar los problemas de sueño. Los investigadores en un estudio de 2013 analizaron los efectos a largo plazo de la práctica de yoga en adultos mayores y descubrieron que practicar yoga tenía un efecto positivo en la calidad del sueño y la vida en general en comparación con el grupo de control, que no vio tantos beneficios.
Hacer yoga en la cama antes de dormir puede ayudar a poner el cuerpo en un estado de calma, conocido como respuesta de relajación. Esto es lo opuesto a la respuesta de lucha o huida. Hacer posturas de yoga relajantes puede ayudarte a relajarte y entrar en un estado más bajo de excitación.
Esto puede causar a su vez que tengas presión arterial más baja y cantidades menores de cortisol, la hormona del estrés. Una rutina nocturna de yoga puede ayudar a aliviar las preocupaciones relacionadas con el estrés, como el aumento de peso, la ansiedad y el insomnio.
No hay muchos inconvenientes en hacer yoga en la cama antes de acostarte, siempre y cuando se realicen las posturas de forma segura. Si sientes que incluso las posturas suaves estimularán tu mente o tu cuerpo lo suficiente como para mantenerte despierta, entonces es mejor evitarlas. En su lugar, concéntrate en la meditación, las técnicas de respiración o el tai chi.
Tu cuerpo puede estar más abierto y flexible en las últimas horas del día. Utiliza la fuerza muscular para equilibrar la flexibilidad y evite esforzarte más allá de tus límites. Si tienes algún problema médico, incluido lesiones, habla con tu médico antes de comenzar una nueva práctica.
Hay varias formas de aprovechar al máximo su rutina de yoga antes de acostarse. Establece un tiempo alcanzable, aunque sean sólo 10 minutos. De esta manera, tendrás suficiente tiempo para completar la práctica elegida, extender la sesión si el tiempo lo permite y llegar a la cama a la hora designada.
Elige tipos de yoga más tranquilos y suaves, como hatha, yin o restaurativo. Evita prácticas de yoga como el hot o vinyasa. Concéntrate en posturas que sean calmantes, reparadoras y centradas en el interior. Y un consejo: al final de tu sesión, haz ejercicios de respiración que promuevan un sueño de calidad.
Es interesante crear un ambiente propicio para la práctica eligiendo una temperatura cómoda, limpiando la habitación de aparatos electrónicos y usando velas o un difusor de aceites esenciales para crear un aroma relajante. Pon una iluminación tenue y opta por música que te ayude a dormir o incluso utiliza tapones para los oídos para bloquear los ruidos.