No sabemos cuál es el elixir de la eterna juventud, ni tampoco el secreto para llegar bien a los 80 años, pero lo que sí sabemos es que el ejercicio físico y la vida activa tienen mucho que ver en esta cuestión. Pero, también sabemos que no todos sentimos esas ganas de hacer deporte constantemente. De hecho, somos muchos los que siempre (o casi siempre) sentimos pereza a la hora de movernos.
Hasta ahora hemos pensado que esas personas que siempre están dispuestas a hacer actividad física eran, simplemente, las elegidas. Las hemos mirado con envidia y con ganas de sentirnos como ellas y, aunque dicen que el deporte es adictivo, nunca hemos terminado de creerlo. Pero ahora ha llegado la ciencia para demostrar que esas personas no han sido tocadas por ningún don divino y para dejar claro cuál es la razón que nos impulsa a querer seguir haciendo deporte cuando ya estamos en la rueda. Y no, para sorpresa de todos, no tiene nada que ver con algo mental o emocional, si no físico.
En concreto, tiene que ver más con una reacción bioquímica que con la motivación.
un reciente estudio llevado a cabo por Guadalupe Sabio y su equipo, del centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y publicado en la revista Science, revela que existe un 'interruptor' (como ellos mismos lo definen) que aumenta las ganas de moverse. Tiene que ver con el músculo que reactivaría el proceso para mantener la actividad física durante más tiempo.
«Hemos descubierto que el propio músculo regula el interés por el ejercicio a través de una vía de señalización entre músculo y cerebro hasta ahora desconocida», ha afirmado en nota de prensa Guadalupe Sabio, jefa del grupo que ha liderado la investigación. «Esta vía sería la responsable de que, cuando hacemos ejercicio, experimentemos aún más ganas de seguir entrenando», continúa.
En concreto, el grupo ha descubierto con su trabajo de investigación que, cuando el músculo se contrae de manera repetida e intensa (algo que ocurre cuando estamos haciendo ejercicio), se activan dos proteínas que se regulan entre sí en el cerebro para que el interés por realizar actividad física aumente o disminuya (dependiendo de cuándo se active cada una).
Eso sí, los autores resaltan algo importante: en personas con obesidad se encontraron niveles más bajos de esa proteína en sangre. «Podríamos considerar el ejercicio habitual como una estrategia efectiva tanto para la prevención de la obesidad, como para su tratamiento», escriben.
Teniendo en cuenta los resultados del estudio podemos determinar que las ganas de hacer ejercicio se activan haciendo ejercicio, precisamente. Así que, de alguna manera, el deporte sí que es adictivo. O, en otras palabras, entrenar, por sí mismo, mantiene vivo el deseo de seguir haciendo ejercicio.
En cuanto a qué tipo de ejercicio físico activa ese 'interruptor' todavía no hay datos. Pero lo que sí se sabe es que las dos proteínas se activan con una actividad de intensidad creciente (ejercicio físico intenso). Unos resultados que podrán ayudar, en un futuro, a descubrir qué tipo de ejercicio estimula más la relación de esas proteínas y, a su vez, a entrenadores y profesionales del deporte a aconsejar sobre programas personalizados de deporte.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?