Matsyasana cuida de tu cuello. /
Una postura de yoga para cada problema. Si muchas veces se acude a esta disciplina para estirarla columna con poses como Prasarita Padottanasana o Dandasana, con Matyasana, o postura del pez, hallarás una pose que va a estirar profundamente tu cuello para tratar o anticiparse a problemas de cervicales.
Esta postura generalmente se practica con las piernas en Padmasana (postura del loto), pero eso está más allá de la capacidad de la mayoría de los principiantes. En esta versión modificada de la pose del pez, las piernas se mantienen rectas en todo momento, por lo que es más sencillo practicarla.
Es una postura estupenda para iniciarte en el yoga (con la variante que aquí puedes leer), aunque requiere un poco de flexibilidad. Adáptala a tu gusto y posibilidades. Con muy poquito de práctica verás qué pronto comienzas a dominarla.
Extiende tu colchoneta de yoga y acuéstate boca arriba con las r odillas rectas y las piernas y los pies juntos. Desliza las manos bajo los muslos con las palmas hacia abajo, de modo que quedes sentado sobre ellos. Mantén los codos y los antebrazos pegados a los lados del torso, presionándolos firmemente contra el suelo.
Inhala y levanta el pecho y la cabeza del suelo. Arquea el pecho y luego suelta la cabeza hacia el suelo. Asegúrate de mantener las piernas rectas y los muslos activos, estirando los talones. Debes apoyar tu peso sobre tus antebrazos y codos (nunca sobre tu cabeza).
La coronilla descansará sobre el suelo tanto como arquees el pecho. Llegados a este punto, es muy importante que bajes ligeramente el pecho hacia el suelo si sientes algún tipo de dolor o molestia en el cuello o la garganta.
Para principiantes, lo mejor es mantener la postura de 3 a 6 respiraciones profundas y constantes. Para soltar, exhala y baja suavemente el torso hasta el suelo, activando los muslos y los abdominales para hacerlo. Con algo de práctica, se convertirá en una de tus poses favoritas.
Esta postura va a propiciar un estiramiento de los flexores profundos de la cadera y los intercostales, que no son otra cosa sino los músculos que se hallan entre las costillas. Alivia la tensión en el cuello, la garganta y los hombros.
La postura del pez también va a e stirar y tonificar la parte delantera de tu cuello y tus abdominales junto a los órganos de tu vientre y garganta. Es una postura estupenda para tu core e indicada también para aquellas mujeres que quieren cuidar su peso.
La pose del pez fortalece la parte superior de la espalda y la nuca, y también alivia el estrés y la irritación, por lo que es ideal para hacerla al terminar el día. Mejora la postura y es un must para quienes padecen asma, espasmos en los bronquios y otros problemas respiratorios.
Es una pose muy indicada para el verano, pues esta es una época del año en el que las cervicales sufren mucho. Por ejemplo, al quedarte dormida en una mala postura o al realizar actividades físicas como los deportes acuáticos. El yoga siempre ofrece soluciones.