El método Win Hof, la técnica de respiración que te permite conectar cuerpo y mente mientras te relajas

El método Win Hof tiene sus particularidades y no es para todo el mundo. Implica una inhalación poderosa, una exhalación relajada y una retención prolongada de la respiración. Sus partidarios, que son millones en todo el mundo, aseguran que no hay nada mejor para conseguir una mayor inmunidad, dormir mejor, reducir el estrés y mejorar la capacidad de concentración.

Este método ​​fue creado, como imaginarás, por un tal Wim Hof, un atleta extremo holandés también conocido como 'El hombre de hielo'. Hof afirmaba que puedes lograr hazañas increíbles desarrollando un control sobre tu cuerpo, tu respiración y tu mente mediante el uso de técnicas de respiración específicas y la tolerancia a temperaturas extremas.

Hay tres pilares básicos en el método Win Hof: respiración, terapia de frio y compromiso. En primer lugar, a los practicantes se les enseñan métodos específicos de respiración profunda controlada. Esto se puede practicar solo o en combinación con la terapia de frío, una técnica en la que el cuerpo se expone a temperaturas extremadamente frías durante varios minutos.

El objetivo de la respiración es a umentar los niveles de oxígeno y expulsar dióxido de carbono. Se ha demostrado que ayuda con la depresión, la ansiedad, el estado de ánimo, la concentración mental y el manejo del dolor. Se intenta enseñar al individuo a desarrollar el dominio de sus sistemas nervioso, inmunológico y cardiovascular para ayudarle a ser más feliz, más fuerte y más saludable.

Una serie de la técnica de respiración del método Wim Hof ​​incluye varios pasos sencillos: inhala fuerte por la nariz, deja escapar una exhalación relajada por la boca y repite durante 30 respiraciones. En la última respiración, la trigésima, exhala al 90 por ciento y mantén la respiración todo el tiempo que puedas. Cuando sientas que tu cuerpo realmente necesita respirar, inhala profundamente y sostén durante 15 segundos antes de soltar. La técnica básica implica tres rondas consecutivas de lo descrito.

Con el tiempo, puedes llegar a sentir la respiración como una ola que fluye a través de los pulmones, pero esto requerirá práctica. Muchas personas utilizan principalmente la parte superior de sus pulmones cuando inhalan, lo que lleva a respiraciones mayoritariamente superficiales. En la respiración de Wim Hof, el diafragma se activa y los pulmones inferiores se llenan. El vientre debe sobresalir al inhalar y aplanarse al exhalar.

Es cierto que el método Wim Hof ​​ puede resultar difícil para las personas que «respiran al revés». Una forma de comprobar si estás respirando a la inversa es si tu vientre se aplana cuando inhalas y sobresale cuando exhalas. Esta es la respiración inversa. Para corregirlo se recomienda colocar la mano sobre el vientre o acostarse boca arriba y colocar un pequeño peso sobre el vientre. Esto proporciona cierta retroalimentación sensorial a medida que practicas empujar hacia afuera al inhalar y sientes que tu abdomen baja al exhalar.

Si no puedes respirar por la nariz debido a congestión u otras razones, puedes hacerlo por la boca. Utiliza la señal «vientre, pecho, cabeza» al inhalar para que puedas recordarte a ti misma que debes utilizar los pulmones al completo. Y r elaja conscientemente la mandíbula y los músculos del cuello y la parte superior de los hombros. De lo contrario, puedes experimentar dolores de cabeza tensionales.

Debes recordar que esto no es un torneo. Deja de lado cualquier mentalidad competitiva. No importa cuánto tiempo aguantes la trigésima respiración. Mientras contienes la respiración, es útil usar una pinza nasal o pellizcar la nariz para evitar tomar microsorbos de aire, si es necesario. Utiliza la fase de retención de la respiración para 'observar' tus propios pensamientos y comprobar la respuesta de tu cuerpo.

Según el sitio web del método Wim Hof, la técnica ofrece beneficios que incluyen aumento de energía, dormir mejor, niveles reducidos de estrés, mayor concentración y capacidad de decisión, mayor fuerza de voluntad y un sistema inmunológico más fuerte. No obstante, estos beneficios todavía no están respaldados por evidencia científica.

En cambio, sí está demostrado que este tipo de respiración procura efectos antiinflamatorios, una disminución de los síntomas de la gripe y afecciones similares, un aumento de los niveles de neurotransmisores del sistema nervioso, reducciones en el mal de altura y un mejor suministro de oxígeno durante el ejercicio. De hecho, son numerosos los deportistas de élite que practican el método Win Hof.