La postura del pequeño cuervo, o baby bakasana, yoga avanzado para estirar y fortalecer todo el cuerpo

La postura del pequeño cuervo, o baby bakasana, no es para principiantes por más que su nombre sugiera lo contrario. Requiere mantener el equilibrio sobre los antebrazos con los codos doblados y los talones hacia las caderas, mientras que la postura estándar del cuervo te pide que te apoyes presionando las manos contra el suelo y apilando las articulaciones.

Desde el punto de vista psicológico, algunas estudiantes de yoga encuentran que la distancia de la cara al suelo en la postura del pequeño cuervo es menos intimidante que la de la postura del cuervo normal, en la que el rostro está a una mayor distancia del suelo y, por lo tanto, el impacto puede ser más duro. Dicho esto, la cara puede tender a estar peligrosamente cerca del suelo durante la postura del pequeño cuervo.

Físicamente, cada postura exige mucho de los hombros y los brazos, y requiere una buena cantidad de fuerza y ​​estabilidad abdominal , aunque de formas algo diferentes a pesar de la aparente similitud entre ellas. El pequeño cuervo requiere más fuerza en los brazos, mientras que el cuervo normal exige más estabilidad central.

A medida que aprendas a adoptar la postura, perfeccionarás cada uno de estos atributos. Quizás lo más relevante no sea cuál es físicamente más fácil, sino más bien observar cómo se siente tu cuerpo con cada una de ellas y llegar a ser consciente de lo que puedes querer fortalecer. Deja que la postura te invite a autoevaluarte.

Comienza en la postura del delfín con los brazos separados a la altura de los hombros y da unos pocos pasos hacia el codo. Dobla las rodillas para tocar los tríceps. Ahora transfiere el peso de tu cuerpo a los antebrazos para que los dedos de los pies se sientan un poco más livianos. Estás cerca de completar la postura.

Muévete hacia adelante, doblando los codos lo suficiente para que las rodillas puedan descansar sobre los tríceps. A continuación, desplázate un poco más hacia adelante y luego levanta los pies apuntando los dedos de los pies hacia la parte posterior de la colchoneta. Y esto es la postura del pequeño cuervo. Créelo: es más fácil leído que ejecutado.

La pose del pequeño cuervo es una estupenda versión de la postura del cuervo estándar con la mayoría de los mismos beneficios. Dependiendo de tu cuerpo y de tu práctica, puede ser un camino hacia la postura del cuervo normal o hacia posturas más desafiantes de equilibrio con los brazos. Los antebrazos te dan una base más estable, pero como tienes menos espacio vertical con el que trabajar, puede requerir una adaptación de la espalda.

La postura del pequeño cuervo combina equilibrio, fuerza, estabilidad, estiramiento y una práctica completa basada en la concentración. Cuando se realiza de la manera correcta, tiene muchos beneficios. Es una postura de nivel avanzado para fortalecer el core y los hombros que ayuda a tonificar el núcleo, fortalecer los bíceps y tríceps y crear un estiramiento en la parte superior de la espalda, suministrando fuerza a la parte superior del cuerpo.

Evita poner peso en las muñecas, ya que ayuda a fortalecer los brazos; por lo tanto, prepara el cuerpo para posturas avanzadas de equilibrio de brazos complejas. La flexión hacia adelante de esta postura ayuda a abrir la espalda baja, estirando así los músculos que la rodean y aumentando la flexibilidad de toda la columna.

En baby bakasana, con los músculos del core y abdominales comprometidos, la respiración se ve afectada, lo que a veces genera dificultad para respirar profundamente. Sin embargo, los estudiantes necesitan ser guiados hacia su respiración. Esta conciencia de la respiración eventualmente ayudará a permanecer en equilibrio en la postura.

La alineación y el esfuerzo necesarios para mantener la postura agudizan la concentración y la conciencia del practicante. Además de ser una gran oportunidad para mejorar el equilibrio, la concentración y la apertura a la vulnerabilidad, esta postura es una excelente manera de desarrollar la confianza, la fuerza y ​​la calma.