Yoga es cuerpo y mente. Posturas como la del gato o la del guerrero te ayudan a mejorar aspectos físicos concretos, mientras otras como la balasana te inducen a la relajación y la paz interior. A este último grupo pertenece la uttanasana, una pose que te va a permitir dormir mejor y propiciar un buen descanso. El que necesitas.
La uttanasana tiene grandes beneficios tanto para principiantes como para los practicantes de yoga más experimentados. Estiras todo el cuerpo, con lo que vas a ganar flexibilidad y mejorar la salud de tu espalda. Mantiene la columna vertebral fuerte y, al mismo tiempo, ganas en flexibilidad. Pero uno de los principales motivos por el que tiene legiones de adeptas es por sus efectos relajantes y todo lo que ayuda a calmar la ansiedad. Especialmente si la carga de estrés es asfixiante. Esta pose te procurará felices sueños.
Cómo hacer la uttanasana
Se trata de una postura es ideal para f ortalecer los músculos y calmar la mente. Junta bien las piernas y apoya las manos a ambos lados de la cadera. Respira con profundidad. Luego tienes que estirar los brazos hacia el cielo y doblar el cuerpo hacia adelante cuando necesites vaciar tus pulmones. Pero deja las piernas quietas y estiradas. No tienes que doblar desde la cadera, sino desde las propias articulaciones de las piernas. Debes echar hacia adelante la cadera.
Mientras haces esa especie de flexión, recuerda mantener bien estirada siempre la espalda. Ahora viene la parte más exigente. Cuando los hombros lleguen a la altura de las piernas, se requiere el estiramiento intenso. Si puedes, apoya las palmas de las manos sobre la colchoneta, delante de los pies. O tócala con la punta de los dedos. Si tampoco puedes, no pasa nada. Usa un bloque o cualquier cosa que te sirva como ayuda.
Finalmente, coloca tus pies a la anchura de las caderas y dobla ligeramente las rodillas sosteniendo tus codos. Deja colgar los brazos desde la raíz a través de tus pies e incorpórate lentamente. No lo hagas bruscamente porque puedes marearte.
El secreto de la postura
La uttanasana es una de las posturas que lleva a mayor confusión entre sus practicantes. Contrariamente a la creencia popular, no se trata de tocarse los dedos de los pies. El objeto no es establecer una especie de vínculo entre los dedos de las manos y los pies, sino involucrar a lo que hay en el sistema medio del organismo: cintura, espalda, pulmones… La uttanasana procura una extensión de toda la espalda, incluido el territorio que va desde las plantas de los pies hasta la parte posterior de las piernas.
Este estiramiento se extiende por la parte inferior, media y superior de la espalda. Luego sube por el cuello y se mueve como en círculos sobre el cuero cabelludo y hacia abajo por la frente para finalmente terminar en el punto que se puede dibujar entre las cejas. Cuando te doblas hacia adelante en uttanasana, estiras todo este grupo de músculos y tejido conectivo, desde el punto de apoyo de la curvatura hacia la pelvis.