Ruta del vermut: los mejores bares donde tomar el aperitivo
Te proponemos un recorrido con mucho sabor por los mejores locales donde tomar tomar el aperitivo y 'hacer el vermut' en Madrid, Barcelona, Sevilla, Oviedo o San Sebastián
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Hace años que el vermut dejó de ser una 'cosa de viejos' para convertirse en un ritual dominical de lo más cool. El 'eterno retorno de lo mismo' del Zaratustra de Nietzsche servido en vaso ancho y bien frío. Y es que este vino macerado con botánicos y otras hierbas que se 'aliña' con una aceituna (el blanco) o una piel de cítrico (el rojo), vuelve a ser la excusa perfecta para salir de casa y disfrutar de esa costumbre tan nuestra del aperitivo con la que no ha podido ni el 'brunch' más cuqui.
Sus mesas son antiguos barriles de vermut a granel, así que no deberías pedir otra bebida en esta castiza taberna madrileña (calle Colón, 13). No te olvides de acompañao de un pincho de tortilla de doña Concha ( una de las mejores que probarás en tu vida ) o de una contundente ración de callos.
Su nombre lo dice todo, y su vermut hace justicia a su merecida fama. Situada en el Carrer de Provença, 85, es una parada obligada para cuando se visita la Ciudad Condal. Echa un vistazo a su carta de tapas y raciones, pero desde aquí te recomendamos las patatas bravas.
En la calle Gravina, 11, de Madrid, esta castiza taberna cumple 100 años este 2018 presumiendo de tener el mejor vermut de grifo de la capital. Si no nos crees, ve y pide uno (o los que quieras) acompañado de un platito de encurtidos (aceitunas, berenjenas de Almagro...).
Sevilla es mucho más que rebujito, manzanilla y Feria de Abril (que también) . Sevilla tiene un sabor especial, y lo demuestra en barras como la de la Bodega San Lorenzo, donde llevan 150 años sirviendo el vermut "tradicionalmente, con o sin sifón" y acompañándolo de "toda clase de moluscos en lata, como nuestros Mejillones en Escabeche o las finas Anchoas del Cantábrico", aseguran en su Web.
La calle General Artetxe es el templo del vermut en Donosti, y en ella, el Bar Roberto es el rey. Allí se sirven con pasión los mejores 'marianitos' (llámalo así si quieres pasar por local) de la ciudad, y se acompañan de tapas exquisitas que hacen entender por qué este pequeño bar está siempre lleno.
Es pequeñísimo, solo tiene 25 metros cuadrados y dos mesas para estar de pie, pero el Quimet i Quimet (en el corazón del Poblesec, en el Carrer Poeta Cabanes), es un santuario del vermut (de grifo y de Reus, como debe de ser) en Barcelona que recomienda, además de nosotras, el New York Times o The Guardian.
Tiene varios locales en la Ciudad Condal ( consulta aquí cuál de ellos te viene mejor visitar ), y no puedes irte de ella sin pasar, al menos, por uno de ellos a 'hacer el vermut'.
En la Calle Independencia, 3, de Oviedo, "desde1900 La Paloma selecciona las mejores maderas para obtener una perfecta conjunción entre el 'vermouth' y su envejecimiento, logrando así un extraordinario reserva". Y atención, que también lo preparan para llevar.
La Bodega 1900 (calle Tamatir, 91) es "una propuesta personal de Albert Adrià, la suma de su visión del mundo del vermut y un guiño a las vermuterías tradicionales para no perder su esencia. Revisamos el pasado y preparamos recetas tradicionales vistas desde la perspectiva actual". Imprescindible, vamos.
Si hay una taberna con solera, castiza y centenaria en Madrid, esa es El Anciano Rey de los Vinos. En la mismísima calle Bailén, en su barra te tomarás auténtico vermut de grifo, a poder ser, acompñado de aceitunas, patatas fritas o boquerones en vinagre, con espectaculares vistas a la Catedral de la Almudena y el Palacio Real.