Crudo: el recetario perfecto para un verano sano con platos frescos y sabrosos que van a transformar tus menús

Como ya comentamos aquí, las secciones gastronómicas de nuestras librerías de cabecera están apostando por los manuales de cocina vegeta l que nos animan a comer más sano. Porque entre nuestros platos favoritos y aquellos que nos hacen la vida más fácil también podemos hacer un hueco en nuestros menús a propuestas sabrosas con las que cuidarnos un poco más. Como Crudo, el recetario editado por Lunwerg que apuesta por una cocina original que mantiene los nutrientes de cada alimento.

Además de apostar por la salud, este manual escrito por Delphine de Montalier con fotografías de David Jaff es perfecto para esta época del año, en la que se impone encender el horno, o la cocina, lo menos posible. Por cuestiones de temperatura, pero también por ahorro. Eso sí, en muchas preparaciones es importante trabajar con previsión, para que los alimentos adquieran el sabor de los condimentos y las salsas con los que vamos a prepararlos.

Las primeras páginas de Crudo están dedicadas a que conozcamos la despensa que necesitamos tener a mano para nuestras preparaciones: aceites y vinagres, especias, frutos secos o edulcorantes. Y también los materiales con los que vamos a realizarlos, entre los que son imprescindibles una batidora o robot de cocina, un rallador y, por supuesto, la tabla de cortar.

La autora, de origen francés, comparte también sus trucos para manejar la carne y el pescado en crudo, para lo que es importante tener unas tiendas de confianza en las que nos proporcionen los alimentos más frescos posibles.

El recetario como tal comienza con el capítulo de sopas, preparaciones en frío que tienen como protagonistas alimentos que están muy presentes en la frutería en esta época del año, como el pepino, los tomates o el aguacate. Le sigue el capítulo dedicado a las ensaladas, un plato muy socorrido y recomendable en esta época de digestiones ligeras. Algas y semillas se alternan con otros alimentos más tradicionales, que se acompañan de quesos, frutos secos o encurtidos y se aderezan con deliciosas vinagretas.

Los zumos y smoothies también son esenciales en verano, y en Crudo podemos aprender a combinar vegetales y hierbas aromáticas para obtener creaciones ligeras con los que acompañar o sustituir una comida.

El capítulo dedicado a los pescados nos ayuda a elaborar clásicos refrescantes como los ceviches o tartares, pero también elaboraciones más sencillas como el plato atún-limón, la combinación del pescado con maracuyá y coco o con una vinagreta refrescante. Langostinos crudos, lubina, bacalao o vieiras y, por supuesto, las ostras, son algunos de los alimentos que son el punto de partida de platos deliciosos, frescos y ligeros.

El capítulo de las carnes arranca, como no podría ser de otra manera, con los tradicionales y siempre apetecibles carpaccios, en su versión más clásica o revisitada. El buey y la ternera son aquí los protagonistas principales, aunque también encontramos recetas de pato. Dieciséis recetas de carne cruda que harán las delicias de los amantes de este plato que, en esta época del año, apetece un poco más.

La autora también dedica un capítulo a los platos en los que los alimentos son cocinados ligeramente, como el atún rojo marcado con especias, el filete de buey, rúcula y queso parmesano, el tataki de salmón o la combinación de cogollos y semillas, entre otros. Verduras, carnes y pescados se combinan en elaboraciones a la plancha en la que, como en capítulos anteriores, las vinagretas son primordiales para aportarles sabor.

Precisamente el capítulo siguiente está dedicado a estas combinaciones de aceite y vinagre en las que los zumos, las especias y algunos ingredientes triturados cambian por completo una elaboración. Guacamoles, mayonesas y dips también están presentes en este apartado, que es perfecto para introducir variaciones sanas en platos que son habituales en nuestros menús.

Crudo se cierra, como los recetarios tradicionales, con un capítulo dedicado a los postres y nos ofrece interesantes propuestas para los amantes de los helados, como el de mango, maracuyá y queso mascarpone, el sorbete de piña, salvia y jengibre o el de naranja y arándanos. Pero también hay espacio para las tartas, como la de chocolate o de limón, y para originales combinaciones de frutas, especias y quesos que sin duda nos descubrirán platos muy apetecibles.

En definitiva, un centenar de recetas que son un soplo de aire fresco muy necesario en esta época del año para nuestros menús semanales, con las que además vamos a descubrir elaboraciones muy interesantes para sorprender a nuestros invitados o renovar nuestras preparaciones habituales. Y con las que además, vamos a comer más sano y a descubrir las enormes posibilidades de frutas y verduras.