día de la madre Una nueva forma de comer jamón ibérico: en el corazón de una obra de arte

Siguiendo el consejo de William Morris de no tener en tu hogar nada que no sea útil o bonito, te sugerimos celebrar el Día de la Madre con un regalo que reúne ambas características. Nada más útil que compartir uno de los productos gourmet más deliciosos que se producen de forma exclusiva en España, que no faltan en las celebraciones y que puede tentar al vegano más convencido: el jamón ibérico.

Si ya conmueve la sensación exquisita de degustar un jamón de bellota 100% ibérico, la emoción se multiplica al servirlo en una pieza de cerámica que deja de ser vajilla para transformarse en una obra de arte. La artista Pepa Reverter ha creado artesanalmente una edición limitada de 30 piezas de cerámica para servir el jamón Cinco Jotas sensación sublime que querrás tener siempre en el salón y no esconder en un armario de la cocina.

Pepa Reverter, graduada en la Escuela de Artes Aplicadas de Llotja y licenciada en escultura en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, utiliza la creatividad y el color para crear un estado de ánimo, provocando una reacción emocional tan importante como la función de cada escultura que trabaja. Cada una de las piezas diseñadas para Cinco Jotas, pintadas a mano en tonos azules y dorados, transmite elegancia y sofisticación. Las emociones que despierta el jamón en cada comensal ha inspirado a la artista para intentar recrear en su obra la sensación de placer. La tapa está concebida para sorprender al descubrir el tesoro que guarda en su corazón.

El precio de Cinco Jotas sensación sublime x Pepa Reverter, que incluye la pieza de cerámica y un jamón de 8-9 kilos de más de cuatro años de curación es de 1.700€. La marca Cinco Jotas, del grupo Osborne, produce desde hace 140 años jamón de bellota 100% ibérico en Jabugo. Este pueblo, ubicado en el Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche, declarado Reserva de la Biosfera, se ha consolidado como una de las mecas del mejor jamón en España debido a su microclima perfecto para la curación de los embutidos elaborados con los cerdos ibéricos que se crían en libertad en las dehesas y se alimentan de bellotas, que aportan el aroma y sabor.