El cordero asado perfecto se consigue con estos trucos fáciles que funcionan siempre

Conseguir que plato estrella de las comidas domingueras no se te resista es mucho más sencillo de lo que parece, solo necesitas un horno, algo de previsión y paciencia.

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Aloña Fdez. Larrechi
Aloña Fdez. Larrechi

El fin de semana es el momento perfecto para llevar a la mesa esos platos que la rutina diaria no nos permite elaborar. Y aunque el pollo asado sigue contando con un buen número de adeptos, hay otra opción perfecta para sorprender a nuestros invitados un domingo, el cordero asado. Ese plato que a las madres y a las abuelas les sale tan bien y sueñas con poder comer cuando te apetezca en tu propia casa. Pues bien, ponte el delantal porque este clásico de la gastronomía española es mucho más sencillo de lo que crees y con los trucos fáciles que te vamos a contar vas a conseguir el cordero asado perfecto.

Lo primero que necesitas es, por supuesto, un horno que funcione lo mejor posible. Pero también es recomendable que cuentes entre tus lugares de compra habituales con una carnicería que te proporcione los mejores productos de la forma en la que los necesitas. El cordero lechal tiene un sabor más suave, aunque es algo más caro, y podemos escoger entre la paletilla, el costillar o la pierna. La primera es más tierna, y pequeña, la segunda más jugosa porque es la más grasa. Lo ideal es contarle a tu carnicero de confianza cuantos vais a comer y que, por supuesto, lo vas a asar. Algo que te proporcionará la cantidad que necesitas con los cortes que te van a facilitar la vida a la hora de servirlo.

Dale de beber al cordero

Una vez llegado el esperado día, sacaremos el cordero de la nevera al menos tres horas antes de llevarlo a la mesa. Esta previsión es necesaria porque dedicaremos al menos la mitad de este tiempo a que se haga en el horno. Y porque tenemos que sumergirlo en agua durante un rato en un recipiente en el que quepa por completo, como una cazuela grande. Con eso conseguiremos que la carne esté más tierna y prescindiremos de uno de los pasos habituales en restaurantes y asadores, pero que nos complica bastante la vida, colocarlo sobre una fuente de agua dentro del horno.

Tras, al menos, treinta minutos sumergido, lo secamos bien con papel de cocina y lo aderezamos con sal y pimienta. Echamos un chorrito de aceite sobre la bandeja del horno, que habremos precalentado previamente a 180º, y lo extenderemos con una brocha o con papel de cocina. Colocamos el cordero con la piel hacia arriba y lo introducimos en el horno. Ahora llega el momento de estar pendiente del reloj.

Cordero al horno

Aunque programaremos el horno una hora y media, una vez hayan pasado 30 minutos de daremos la primera vuelta. Pasarán otros 30 minutos de ese lado, pero en el ecuador de este periodo, cuando hayan pasado quince minutos, echaremos sobre el cordero una lata de cerveza de 33 centilitros. Sí, cerveza, cada maestrillo tiene su librillo y aunque hay quien lo combina con vino blanco o con vinagre, nosotras apostamos por el lúpulo para conseguir una salsa sabrosa.

Elaborar un buen cordero asado es más sencillo de lo que parece. / Adobe stock

Una vez pasada la segunda tanda de 30 minutos volveremos a darle una vuelta, para dejarlo con la piel hacia arriba de nuevo y lo dejamos otros treinta minutos. Cuando se cumpla este tiempo, si vemos que la piel no está lo suficientemente dorada, podemos dejarlo unos minutos en el modo grill, para que quede más crujiente.

El momento de servir el cordero

Correr el riesgo de que se quede seco es bastante habitual, por lo que lo mejor es que planifiquemos el final de la cocción para el momento previo de comerlo. Es decir, si vamos a comer un primer plato antes, intentaremos que el final de la cocción coincida con este momento y lo serviremos cuando se cumpla el final de la última media hora. El cordero nunca debe esperar dentro del horno, o fuera de él, a que terminemos de comer otro plato.

Recetas para conseguir un buen cordero asado hay muchas, y es probable que los más puristas se horroricen por alguno de los pasos aquí expuestos (el agua previa, la cerveza). Pero os aseguro que con estos trucos conseguiréis un plato sabroso con el que vais a sorprender a vuestros comensales y disfrutar de un sabroso plato.

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