Una divertida anécdota
Una divertida anécdota
Dado el secretismo que rodea a nuestra familia real, a veces pasa mucho tiempo hasta que nos enteramos de algunas de sus intimidades. Ya sean las cuentas secretas en las redes de Leonor y Sofía o la anécdota de la reina Letizia en Soria con una bandeja de torreznos. Esta última acaba de salir a la luz por cortesía del dueño del restaurante Casa Augusto Arranz, que ha revelado cómo fue su divertido encuentro con la asturiana hace ya cuatro años.
Todo ocurrió cuando los reyes de España visitaban la ciudad castellano-leonesa en julio de 2020, donde se reunieron con el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, para tratar el tema de la despoblación y el envejecimiento que afecta a estas zonas rurales de España. Pero durante la visita, enmarcada en la nueva normalidad tras el confinamiento por el coronavirus, hubo un momento en el que la reina Letizia decidía rendirse al placer culpable ante una suculenta bandeja de torreznos.
Así lo confesaba el propietario del restaurante soriano, Toribio Arranz, en declaraciones al canal de televisión La 8 de Soria: «Yo estaba con una torre de torreznos y vino directamente donde estaba y me dijo: ' Quiero este y este porque los veo tan buenos, que esto tiene que ser una maravilla'. Eso me dejó sorprendido».
Ante su petición, el hostelero le respondió, obsequioso: «No se preocupe, que vamos a darles unos para que se los lleve». Feliz, la esposa de Felipe VI reveló entonces que a sus hijas también les gusta mucho este aperitivo tan español.
De hecho, el monarca es tan aficionado a los torreznos que cuando volvió a la ciudad este pasado mes de septiembre, quiso probarlos de nuevo, pero se quedó con las ganas, ya que el restaurante estaba cerrado por vacaciones, como confirmó Toribio Arranz. Aunque el rey Felipe no se quedó sin sus cortezas de cerdo, ya que en el viaje de vuelta a la Zarzuela se detuvo para probarlos en otro célebre establecimiento: el Área 103, un restaurante de carretera de Guadalajara.
«Hoy hemos tenido el placer de conocer en persona a sus majestades Felipe y Letizia. Hemos estado hablando de torreznos y esperamos que ya hayan podido disfrutarlos tras una jornada de visitas en nuestra tierra». Este era el mensaje que desde las redes sociales del restaurante Casa Augusto Arranz compartían, orgullosos, tras la visita de los reyes en 2020.
Micología, caza, cangrejos, caracoles y por supuesto, sus famosos torreznos, son parte de la carta de este local, en funcionamiento desde 1939, que se precia de ofrecer «una selección de los productos típicos de la tierra, seleccionados y preparados con el máximo esmero por nuestro equipo de cocina».
Presidiendo la carta de Casa Augusto Arranz se encuentran precisamente sus premiados torreznos. Una ración tiene un precio de 11 euros. Aunque si los pides de tapa salen a 4 euros la unidad. Los aficionados a los platos de cuchara pueden degustar una sopa de setas, trufa de Soria y hojaldre, mientras que los más carnívoros pueden hincarle el diente a una caldereta de cordero o un lomo de ciervo con salsa de frutos rojos. Y aunque el mar esté lejos de esta provincia, también encontramos pescados como el lenguado a la plancha o la lubina salvaje.
Con una nota de 4,1/5 en las reseñas de Google y un precio medio de 20-30 euros por persona, algunas de las personas que han pasado por este restaurante en las últimas semanas lo describen como «una apuesta segura», «un imprescindible en Soria» con «comida espectacular y trato inmejorable».
Aunque en esta ocasión la reina Letizia no se resistiera a caer en la tentación de este calórico manjar, lo cierto es que a la asturiana le gusta cuidarse tanto por dentro como por fuera. Además de ser aficionada al yoga y de los doce ejercicios de fuerza que realiza para tener un cuerpo tonificado y definido a los 50, también cultiva la dieta sana.
Además de poner su granito de arena para mejorar a nivel nutricional el menú infantil del colegio Santa María de los Rosales, donde asistieron la princesa Leonor y la infanta Sofía, es practicante de la llamada Dieta Perricone. Se trata de un estricto régimen que busca cuidar la línea, que es antiinflamatorio y retrasa el envejecimiento.
A grandes rasgos, esta dieta creada por el doctor Nicholas Perricone apuesta por los alimentos ricos en antioxidantes, proteínas de alta calidad en ácidos grasos Omega-3 y en la reducción de los niveles de azúcar en sangre. Curiosamente, tres de los alimentos prohibidos en este plan son la sandía, el plátano y la naranja. ¿El motivo? Aunque contienen innumerables nutrientes y beneficios para la salud, el creador los elimina debido a su alto contenido en azúcares, carbohidratos y su alta densidad calórica.