Bicicleta para dos: mi pequeño y yo

No se trata de un tándem, sino de poder llevar a los niños sobre dos ruedas cuando todavía no tienen edad para ir en su propio vehículo o cuando las rutas son demasiado largas para que ellos las puedan realizar solos.

Para ello encontramos en el mercado diferentes posibilidades, cada una de ellas con sus pros y sus contra. Te las contamos para que tú elijas la que más te interese y la que más se adapte a tu familia. Pero antes, recordamos lo que dice la ley: el Reglamento General de Circulación indica que un conductor mayor de edad puede transportar a un menor de hasta siete años con casco y asiento adicional homologado, si la bici está construida para un único ocupante. Además el límite de peso está en los 25 kilos. Teniendo esto en cuenta, te contamos varias opciones para hacerlo:

La más barata: Es una de las que más vemos en los paseos de domingo. Sillas que se colocan en la parte trasera de la bicicleta. Entre sus principales ventajas se encuentra el tramo de edad durante el que se pueden utilizar, ya que es bastante amplio, según cada modelo y su precio, ya que son las más accesibles del mercado. Cómoda para los usuarios, su mayor inconveniente es la sujeción de la cabeza, ya que los niños pueden quedarse dormidos en una postura incómoda para sus cervicales.

La más ligera: Son las sillas delanteras que se colocan entre el manillar de modo que el niño va entre los brazos del adulto y el centro de gravedad de la bicicleta coincide con la silla, dando mayor estabilidad al vehículo. El niño va en la parte delatnera, viéndolo todo, lo que hace que sea una experiencia muy divertida y la comunicación con el adulto que lo lleva sea más fluida y sencilla que cuando va detrás. Si el niño se duerme, puede echarse hacia adelante sobre la plataforma acolchada que llevan algunos modelos de estas sillas. Los contras tienen que ver con su poca durabilidad ya que su rango de edad es limitado y el precio supera los 100 euros.

La más cómoda: Lo más cómodo que puedes elegir para los niños es el remolque, si bien lo primero que debes tener en cuenta es dónde lo guardarás ya que ocupa un espacio considerable, aunque también los puedes encontrar plegables. Muy estables y espaciosos, resultan ideales para las rutas largas ya que los niños, además de ir cómodamente sentados pueden llevar alguno de sus juguetes preferidos para entretenerse. Los hay de una o de dos plazas y también hay sillas portabebés adaptables a estos remolques. Además del confort hay que sumarle la estabilidad, ya que cuentan con un sistema que evita el vuelco del remolque si la bicicleta se cae.

La de mayores: Para los niños con ganas de salir en bicicleta con la familia pero que aún no estén preparados para hacer rutas de un cierto recorrido, se pueden utilizar los 'ollow-me' o las barras de arrastre. Ambos son sistemas para unir una bicicleta de adultos con una de niños elevando la rueda delantera de la bicicleta infantil, de modo que se convierte en una suerte de tándem en el que el niño no puede dirigir la marcha con el manillar pero si participa en la tracción pedaleando. El niño disfruta con este sistema como uno más y se siente ‘mayor’ al ir pedaleando