Bettina Rheims: oda a la belleza imperfecta

Puede que el transgénero sea trending topic hoy en día, pero Bettina Rheims ya reflexionó sobre androginia e identidad sexual a finales de los años 80. 'Modern lovers' fue solo uno de los muchos trabajos transgresores de esta fotógrafa francesa.

Se estrenó fotografiando strippers en Pigalle, en 1980; su serie 'Animal', con imágenes de animales disecados, hizo alzar muchas cejas; y su parodia de las imágenes pornográficas, Chambre Close, levantó tantas risas como ampollas.

Rheims fue modelo y periodista antes de decidirse por la cámara pero, cuando lo hizo, supo que había llegado a su lugar feliz. Siempre tuvo un pie en lo comercial y otro en lo artístico: fue retratista de celebrities e hizo campañas para firmas como Chanel y Lancôme; y a la vez, tomó retratos inolvidables de personas anónimas y salió a la caza de las tradiciones perdidas entre los rascacielos de Shangai.

Desde aquella serie de Pigalle, ha dedicado 35 años a perseguir la imagen de la belleza (especialmente femenina) en toda su imperfección, y a convertir la provocación en una pregunta artística sin respuesta única.

Ahora, podemos recorrer página a página su carrera gracias a Bettina Rheims, el volumen recién editado por Taschen (que ya publicó en 2008 su The book of Olga), con más de 500 fotografías seleccionadas y recopiladas personalmente por la artista.