Hace un tiempo, todos nos reímos a carcajadas cuando dos niños interrumpieron la entrevista en directo que su padre estaba haciendo para la BBC desde Corea del Sur. ¿Todos? ¡No! Una parte de la población se reconoció en el flemático analista político dejado en evidencia ante el mundo: en concreto, esa parte de la población que trabaja en casa y hace sus llamadas desde el baño para que no estén trufadas de “no hay chocolate hasta que hagas la ficha de inglés” o “pase, pase, la lavadora estropeada está por allí”.
Pero ahora, ¡ay!, el coronavirus ha convertido España en un país de teletrabajadores, y en su versión más hardcore, con toda la familia en casa y sin opción a bajarse un ratito a trabajar al bar. Es necesario adaptarse al nuevo entorno laboral y, para ello, nada mejor que ver cómo se las apañan estos teletrabajadores de ficción.
La mujer en la ventana, con Amy Adams /
El 15 de mayo, cuarentena mediante, se estrenará este 'domestic noir' protagonizado por Amy Adams sobre una psiquatra infantil con agorafobia y shock postraumático a la que no le queda más opción que trabajar desde casa. Aunque en su caso (no como en el nuestro), el miedo es el peor virus, la claustrofobia es algo con lo que todos podemos empatizar. Mientras esperamos al estreno, puedes leer, en formato ebook, la novela en que se basa, el best-seller de A.J. Finn, que edita Grijalbo. Lo encontrarás, por ejemplo, aquí .
¿Qué hemos aprendido? Si quieres, puedes. Con su mochila emocional llena hasta los topes, la protagonista logra resolver un misterioso asesinato y superar un trauma que no te vamos a contar porque es spoiler absoluto. ¿Cuál es tu excusa para llegar tarde a las entregas?
Carrie Bradshaw, en plena faena en Sexo en Nueva York /
¡Cuánto nos ha enseñado Carrie Bradshaw ! Que las amigas van antes que los novios, que los hombres perfectos no tienen por qué ser perfectos para ti.... y, sobre todo, que la relación más importante de tu vida es la que tienes contigo misma. Por eso nos encantaba verla teclear en su portátil su inestimable columna de filosofía romántica para tiempos modernos. Sola en casa, digiriendo sus peripecias en forma de reflexión sin tabúes ni pelos en la lengua, Carrie era más ella misma que en ningún sitio.
¿Qué hemos aprendido? Presupuesta bien; Carrie le echaba un ratito tonto a su columna semanal y le daba para vivir en el Upper East Side y poseer 100 pares de Manolos. Algo estás haciendo mal si le echas diez horas diarias y te cuesta pagar el alquiler....
Lisa Kudrow, teletrabajadora en Web Therapy /
Lisa Kudrow (a la que seguramente recordarás como Phoebe Buffay, de Friends) lleva su gabinete de psicología con alegría, empatía... y videoconferencia. El problema, como muestra esta comedia en cuatro hilarantes temporadas, es que tiene tendencia a ponerse a hablar de su propia vida en medio de la sesión o a saltarse a la torera la obligada confidencialidad en aras del cotilleo.
¿Qué hemos aprendido? Trabajar desde casa puede resultar solitario, pero hay que mantener la profesionalidad: habla de tus problemas personales con tus amigos y de tus objetivos profesionales con tus colegas de profesión. Y, por dios, no trabajes en pijama. ¿Has visto lo impecable que va siempre la doctora Fiona?
Sandra Bullock, hacker informática en La red /
Antes de que existieran los teléfonos inteligentes y las redes sociales, Sandra Bullock protagonizó este thriller sobre una informática nerd que descubría una conspiración ciberterrorista. El problema: nuestra Sandra tenía una fobia social importante, así que solo se relacionaba por internet con otros seres humanos y en la vida real no la conocía ni su madre (literalmente: la buena mujer tenía alzhéimer), así que cuando los ciberterroristas decidieron eliminarla, les resultó rematadamente fácil.
Foto: Emma Matthews (Unsplash) /
¿Qué hemos aprendido? Por mucho que las redes sociales nos faciliten las cosas, haz lo posible por no perder el contacto humano. Incluso en estos tiempos de distancias de seguridad, una videollamada indica que te importa que al otro lado haya una persona en lugar de un bot.
Mary-Louise Parker, en Weeds /
Sí, al primer vistazo el oficio de traficante de drogas es perfecto para conciliar: es muy rentable, tiene un horario flexible, pasas mucho tiempo en casa y las madres de familia despiertan pocas sospechas entre la policía. Queda el problemilla de que sea profundamente ilegal y de que, en el ámbito doméstico, lo más probable es que tus hijos acaben descubriendo a qué se dedica mamá y quieran entrar en el negocio.
¿Qué hemos aprendido? Otra regla de separación de ámbitos vitales: familia y trabajo deben tener tiempos y espacios separados de manera estricta o te encontrarás con que tus hijos tienen la habitación llena da pósters de Pablo Escobar y que tus camellos les están ayudando con los deberes.