Por qué el karaoke japonés es la mejor manera de acabar con el estrés y divertirse sin pasar vergüenza

Seguramente no lo sepas, pero hace unos meses moría Shigeichi Negishi. Tenía 100 años y fallecía después de sufrir una caída. Nacido en 1923, Negishi fue un músico aficionado que tocaba el piano en un bar de Osaka. También tenía un negocio de ensamblaje de electrónica de consumo que fabricaba máquinas de casete. Le gustaba cantar, mucho. Como decía la gran Ella Fitzgerald, «la única cosa mejor que cantar es cantar más». Así que Shigeichi cantaba, en casa, por la calle y en el trabajo.

Un día, un compañero se burló de él y le acusó de cantar de una manera terrible. Lejos de venirse abajo, quedarse mudo o hacerse un harakiri musical, Negishi tomó nota, reflexionó y llegó a la conclusión de que si en vez de 'cantar a capela' su voz estuviera acompañada de una base musical por debajo, la cosa cambiaría. Podría ser el nuevo John Lenon nipón, el Nino Bravo de Shibuya, el David Bisbal del sol naciente...

Dicho y hecho: aprovechando que el Shinano pasa por Nagano, y que él trabajaba con productos electrónicos, incorporó un micrófono a una de las máquinas de casete que fabricaban, y se obró el milagro: había nacido la primera máquina de karaoke. El calendario marcaba el año 1967 y en las radios (al menos en la españolas) sonaban Los Bravos, Los Brincos y Karina .

Más de medio siglo después el karaoke ha llegado a nuestras vidas para quedarse. Que levante la mano quien no haya pasado una velada, noche o madrugada dejándose las cuerdas vocales a golpe de 'No puedo vivir sin ti', 'Un beso y una flor' o el 'Corazón partío' de Alejandro Sanz que parece compuesta por y para el karaoke.

Además, varios estudios indican que cantar en grupo aumenta los niveles de oxitocina, la hormona de la confianza, reduciendo el estrés y logrando que establezcas vínculos de amistad de una forma más rápida. La única pega, es ese vértigo que se siente al cantar, gritar o lo que se pueda ante extraños. Por eso, hace ya unos años una pareja formada por un francés y una norteamericana, decidieron poner en marcha BAM Karaoke Box, acercando la idea que lo japoneses tienen del karaoke: es decir, salas con aforo más reducido para que puedas cantar con quién tú quieras.

La empresa, fundada en 2014, rápidamente fue extendiendo su musical idea y a día de hoy cuenta con ocho espacios en Europa (incluyendo Pariìs, Burdeos y Madrid) y hace unos días inauguraba su primer centro en Londres: BAM Karaoke Box Victoria. El local, de 929 metros cuadrados, se encuentra en Victoria Street (junto a Victoria Station) y cuenta con 22 salas privadas de karaoke además del BAM BAM Bar, una zona amplia y compartida donde se puede disfrutar de comida y bebida, un escenario con música en directo y una terraza al aire libre.

Cada sala tiene su propia identidad, estilo y nombre (pavo real, cebra, la sala escandalosa...) y la decoración obedece a la manera en que se ha bautizado. Desde cada espacio, perfectamente insonorizado, puedes solicitar las canciones (hay 40.000 temas, difícil no encontrar tu favorito), las bebidas y también el picoteo.

La directora culinaria Sabrina Gidda ha creado un menú europeo moderno con un toque francés que incluye platillos como 'Huevos rellenos con caviar exmoor y cebollino' o 'Rillettes de salmoìn curado al maldon con pepinos encurtidos y crostini'. También hay un menú de bar más relajado con platos como 'Pollo frito BAM con mostaza picante y miel' o 'Mini croque monsieurs con salami de hinojo y salsa reuben'.

Y sí, claro, hay cositas para beber, porque, incluso las grandes estrellas de la canción tienen que refrescar el gaznate. Un vistazo a la carta informa de cervezas artesanas, vino, champaìn y un amplio surtido de cócteles con nombres tan embriagadores como Proud Nelly, No Mistake o Victoreador. Y como siempre hay algo que celebrar (la vida, por ejemplo) también hay chupitos.

En España, el grupo BAM Karaoke Box aterrizó en 2019 con la primera de las salas abiertas en la capital madrileña situada en la calle de Recoletos, 23. Sí, a unos metros de la Puerta de Alcalá (¿puedes decirlo sin pensar en Ana Belén y repetir el miralá, miralá miralá miraláaaaaaa...?).

El local cuenta con 7 salas de aforo de 4, 6, 8, 10 y 12 personas para que puedas crear cuartetos (tipo ABBA) o bandas más tumultuosas al estilo de Los Inhumanos (¿alguien se acuerda del mítico '¿Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000?' La mejor NO campaña publicitaria de la historia reciente).

La segunda sala abierta por el grupo en Madrid está en la calle Luchana, ofrece 2 bares de cócteles, 9 salas de karaoke privadas y 1 terraza distribuido todo en dos plantas. Y como alguien dijo ABBA hace un párrafo, y estamos donde estamos (a pocos días para la celebración de Eurovisión 2024), el equipo de BAM Karaoke Box se ha unido al de Gin Gold para crear el Gold Tune, un coìctel con el que dejarte llevar por la magia del festival, y sacar el eurofan que llevas dentro.

Y si la nostalgia te va más por la música de los años 2000 que por los temazos eurovisivos, este viernes, 12 de mayo, te proponen un viaje por los temazos de esa época (de Britney Spears a El Canto del Loco) en una especial velada en la que las nueve salas de su local en la calle Luchana estarán abiertas para que puedas as 9 salas de karaoke estarán abiertas para que puedas cantar sin límites y compartir la experiencia con más de 100 asistentes. Una catársis musical para una noche inolvidable.