Patrizia Sandretto, la mujer que impulsa el talento de nuevos creadores de arte

Empresaria de éxito, coleccionista de arte , mecenas de nuevos creadores y miembro de algunas de las instituciones artísticas más importantes del mundo, a Patrizia Sandretto Re Rebaudengo (Turín, 1969) le despertó su pasión tras un viaje a Londres en 1992. «Después de trabajar en el negocio familiar y ocuparme de la crianza de mis hijos, inicié mi colección visitando los estudios de los artistas en la capital inglesa». En aquellos días y en aquella ciudad se sentaron las bases de una colección que se apoya «en el diálogo con el artista y en el conocimiento profundo de sus investigaciones».

En un primer momento, su colección se articuló a través de una serie de temáticas, como el arte italiano, la fotografía, la obra realizada por mujeres y las escenas artísticas británica y californiana. Esos criterios han ido evolucionando, tanto en lo que se refiere a la procedencia de las obras, como a las disciplinas y soportes. «Hoy colecciono artistas de todo el mundo y muy diferentes entre sí, tanto en los temas, como las técnicas utilizadas y las propuestas artísticas, porque así está evolucionando el arte y el público, que cada vez es más global».

A pesar de estos cambios, lo que permanece inmutable desde el origen de la fundación es que las piezas proceden de artistas contemporáneos. «El arte contemporáneo no se limita a una función estética ligada a la belleza. Son obras de artistas que viven en nuestro tiempo, que hablan de nosotros y de nuestra forma de estar en el mundo. La dificultad radica en que no lo hacen de una manera sencilla porque no utilizan las fórmulas directas de publicidad y marketing. En ocasiones, tampoco resultan entretenidas y, a menudo, son piezas que tienen bajo la superficie un sentido más profundo. El arte contemporáneo se caracteriza, en mi opinión, por la profundidad y la pausa y, por tanto, requiere tiempo y atención».

Tras tres décadas dedicadas al coleccionismo y la promoción de las artes, Sandretto es colaboradora de algunas de las instituciones artísticas más prestigiosas del mundo: el MoMA de Nueva York, la Tate Gallery de Londres, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Filadelfia... «Mi participación en estas instituciones permite que la Fundación Sandretto Re Rebaudengo sea parte de una red internacional del arte. Además, gracias a esta red de contactos, hemos mostrado nuestra colección en muchas instituciones internacionales. Entre ellas, el IVAM de Valencia, la Ciudad Grupo Santander de Madrid, la Whitechapel Gallery de Londres o el Museo Hara de Arte Contemporáneo de Tokio. Parte de la colección se exhibe actualmente en dos exposiciones en España: una en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla y otra en el Patio Herreriano de Valladolid».

Además, la fundación realiza una labor de promoción y apoyo a los nuevos creadores. «En ocasiones encargamos y financiamos una pieza o intervención y, en otras, ellos nos piden que nos impliquemos económicamente para desarrollarlas. También construimos redes y sinergias con otras instituciones nacionales e internacionales que permitan aumentar la movilidad de los artistas». Con ese objetivo, la Fundación, con el apoyo de Reale Seguros, creó en 2007 el Young Curators Residency Programme, que cada año permite a tres jóvenes comisarios internacionales disfrutar de un periodo de investigación en Italia y, a partir de 2019, también en España. Durante la residencia, visitan estudios, galerías y museos; conocen a artistas, galeristas, directores de museos, críticos, otros comisarios y finalmente comisarían una exposición colectiva.

Desde hace unos años, la Fundación Sandretto Re Rebaudengo está presente en Madrid, pero aún no ha encontrado sede fija en la capital. «Amo España y la considero mi segunda casa. Aquí tengo muchos amigos y me fascinan su cultura y su gente. Además, Madrid es una capital global que actúa de puente con América Latina, un continente cada vez más importante en el arte contemporáneo. Aunque por ahora nuestra presencia es nómada, estamos profundizando en el conocimiento de la escena artística española y creando un público para nuestra propuesta, lo que nos permitirá definir mejor el tipo de sede que necesitamos».

Parecería que a Sandretto no le quedan sueños que cumplir. «Por supuesto que sí. La Isla de San Giacomo en Venecia se convertirá en la tercera sede de la Fundación. Rodeada por el ecosistema de la laguna, será un lugar para la reflexión ecológica, para producir proyectos artísticos y albergar investigaciones y charlas sobre arte y cultura contemporánea. Además de esto, mis sueños están también relacionados con aquellos proyectos que llevan el arte fuera de sus espacios habituales, como nuestro parque de arte inaugurado en 2019 en la colina de San Licerio en el Piamonte y al que hemos invitado a diversos artistas para que creen esculturas e instalaciones que se integran en medio de la naturaleza».