Sabemos quién es el personaje de The White Lotus que lo va a perder todo en la tercera temporada

Hay numerosos candidatos a protagonizar el fatal desenlace que se veía en los primeros minutos del primer episodio, con ese tiroteo que se escuchaba en pleno resort que dejaba, que sepamos, un cadáver. Al dar ese viaje en el tiempo a una semana atrás, fuimos conociendo a los diversos inquilinos del White Lotus de Tailandia que protagonizan esta tercera temporada.

La puesta en escena de esta nueva entrega no podría ser más espectacular con el mejor resort de los tres vistos hasta ahora. Un enclave increíble en mitad de la naturaleza salvaje que servirá de escenario para que desfile uno de los mejores castings de la antología hasta la fecha. Michelle Monaghan, Jason Isaacs, Carrie Coon, Walton Goggins, Parker Posey, Patrick Schwarzenegger o Aimee Lou Wood, entre otros. También vemos el regreso de otros personajes importantes de la ficción como Jon Gries o Natasha Rothwell.

Como es habitual en la serie, vamos conociendo poco a poco las relaciones e interacciones de estos grupos de adinerados que van a hoteles exóticos para «tener nuevas experiencias», con el tono satírico característico de Mike White. Los secretos van saliendo a la luz poco a poco y también vamos descubriendo las debilidades o los motivos de cada uno para haber escogido ese paradisíaco emplazamiento como lugar de retiro. Uno de ellos será quien lo pierda todo, y aquí os dejamos los cuatro candidatos que consideramos que tienen más papeletas.

Lo cierto es que si uno piensa en un personaje desesperado y al borde del colapso en esta temporada, su nombre es el primero que se le viene a la cabeza. La investigación del FBI sobre sus negocios en Brunéi parece indicar que el bueno de Timothy está metido hasta el cuello en una peligrosa trama de blanqueo de capitales. A partir del segundo episodio lo vemos entrar una espiral muy profunda que le lleva a robarle las pastillas a Victoria (Parker Posey), adicta al clorazepam.

El personaje interpretado por Jason Isaacs es el arquetipo habitual que ya hemos visto en esa serie en otras temporadas: un hombre de negocios muy materialista que cree que el dinero lo es todo y que ha construido una relación bastante banal con su familia. El personaje ya parece haberlo perdido todo, pero su arco siempre puede dar una vuelta de tuerca más. Su pérdida de prestigio, lo más importante para él, le está volviendo loco, tanto que decide robar la pistola que deja el guardia de seguridad Gaitok a la vista de todo el mundo y no sabemos qué podría hacer con ella...

Sin duda, el peor guarda de seguridad de la historia de los hoteles. Todos entran y salen como quieren del resort que se supone que él vigila. Su obsesión con Mook (Lalisa Manobal), su compañera de trabajo de la que está profundamente enamorado, y su falta de atención provocan inseguridad en el lugar. Por culpa de su incompetencia, es distraído por el trabajador Valentin (Arnas Fedaravicius) mientras un socio lleva a cabo un atraco en la joyería.

En su intento de detener al ladrón, se lleva un buen golpe y todos en el recinto lo ven como un héroe, pero parece que los dueños no están muy contentos con él. Esa momentánea fama le acerca a Mook, con la que hace un extraño ritual desesperado para que ella le ame que queda de todo, menos romántico. Este personaje también tiene muchas papeletas de acabar mal, su obsesión amorosa, unida a la torpeza de haber perdido el arma, podría desembocar en algún terrible suceso.

Michelle da vida a Jaclyn, una actriz famosa que se acaba de casar con un actor diez años más joven con ella y va de viaje con sus «dos mejores amigas», que forman una relación a tres bandas que se está muriendo. Poco a poco, vamos descubriendo que las tres son muy diferentes entre sí y que no se han visto apenas en los últimos años. Y mientras aparentan llevarse bien, continuamente chismorrean de las otras en cuanto una se da la vuelta. Casi siempre con Jaclyn manejando la situación.

La actriz es un personaje narcisista, que continuamente intenta llevarse a sus amigas hacia su terreno. Todo debe girar siempre en torno a ella y hay una evidente mezcla de envidia y cansancio por parte de Kate (Leslie Bibb) y Laurie (Carrie Coon). Vemos, además, que Jaclyn tiene una relación rarísima con su pareja con la que no ha hablado en todos los días que lleva allí mientras intenta convencer a todos de la enorme felicidad que siente a su lado. Esas continuas mentiras parecen estar hartando a sus amigas, sobre todo a Kate, y me da la sensación de que hay algún secreto entre las tres que acabará por salir a la luz y que se volverá en contra del personaje interpretado por Michelle Monaghan.

La relación amorosa que tiene con Chelsea (Aimee Lou Wood) es la más rara de cuantas se ven en esta tercera temporada de White Lotus. No ya por la evidente diferencia de edad, si no porque no parecen tener absolutamente nada en común. Por no hablar de que apenas tienen contacto y que Rick es un tipo de lo más reservado que parece estar obsesionado con encontrar al dueño del hotel. Tras un par de sesiones de terapia, comienza a liberarse de las cargas que lo hacían prisionero de sí mismo y decide abrirse.

Ahí descubrimos que el padre de Rick murió asesinado y que él no llegó a conocerlo, pero su madre en su lecho de muerte le dijo que era un buen hombre que murió asesinado en Tailandia a manos de Jim Hollinger, dueño del hotel y marido de Sritala (Lek Patravadi). El matrimonio parece controlar media Tailandia y Rick le confiesa a Chelsea que va a ir a Bangkok, donde se encuentra el peligroso Hollinger hospitalizado, para mirar a la cara al hombre que le destrozó la vida. Ya veremos qué sucede en este encuentro, pero no parece que enfrentarse a ese magnate vaya a salir muy barato para Rick.