Una mujer, apoyada en un cristal, pensativa. /
Estas cuatro señales indican que cualquiera podrá convencerte de cualquier cosa. ¿Con cuántas de ellas te sientes identificada?
1. Eres excesivamente complaciente. Si eres muy dada a cambiar rápidamente de idea para no disgustar a otra persona o para evitar un conflicto, estás en la zona de riesgo. En lugar de complacer a los demás para conseguir la aprobación de los otros, es mejor que te hagas respetar. Un recurso puede ser estar en todo momento bien informado para defender tu postura con argumentos sólidos. Complacer demasiado es una señal de debilidad.
2. Buscas constantemente la aprobación de los otros. Si necesitas que el resto de la humanidad apoye constantemente lo que dices, también estás en peligro de ser altamente manipulable.
3. Sueles sentirte atacada y te pones a menudo a la defensiva. No hay una conspiración universal contra ti. No eres tan importante. Acéptalo. Esto quiere decir que no todo el mundo quiere atacarte y que no debes tomarte personalmente las críticas que alguien pueda hacer puntualmente a tu trabajo o a alguna de tus acciones. Tómalo como un aprendizaje y crece a partir de la críticas. Si siempre te sientes atacada por lo que te dicen, tu reacción natural será moldearte a los deseos de los demás para evitar ser criticada.
4. Tiendes al drama y a la sobreactuación. No tienes que hacer ningún esfuerzo extra para demostrar tu valía. Si crees que debes sobreactuar o extralimitarte en tus acciones cotidianas, acabarás haciendo cosas que no quieres hacer y el resto de las personas percibirán que estás desesperada.