COMUNICACIÓN ASERTIVA Cómo superar la cena de Navidad sin enfadarte con tu cuñado: el truco de comunicacióna asertiva de Beatriz Galván

Los comentarios fuera de lugar en las cenas de Navidad son igual de típicas que el turrón, pero la psicóloga Beatriz Galván nos da herramientas para saber cómo contestar.

Escena de la serie 'And Just Like That'. / HBO

Sara Flamenco
Sara Flamenco

No sabemos cómo ha ocurrido, pero la Navidad se nos ha echado encima. Lo que deberían ser unos días de felicidad y celebración en familia, a veces se convierten en algo incómodo, cuando ciertos miembros de la familia les da por hacer comentarios hirientes disfrazados de broma o hablar de política u otros temas cuando saben que genera enfrentamientos.

Sí, todos tenemos un 'cuñado' en la familia y hasta que esté bien visto dejar de invitarle, tendremos que aprender a sobrellevarlo de la mejor forma posible. Para eso hemos hablado con la psicóloga Beatriz Galván, que siempre nos da los mejores consejos para mantener una comunicación eficaz, respetuosa y, sobre todo, cuidadosa con nuestra salud mental.

Situaciones incómodas que nos podemos encontrar en las celebraciones navideñas

Si ya has vivido alguna de estas situaciones, «el mero hecho de pensar en las navidades puede generarnos respuestas de malestar emocional y síntomas de ansiedad anticipatoria», nos comenta Galván. Para que eso no ocurra, lo ideal es aprender ciertas herramientas que te ayuden a manejar la situación y lidiar con esos comentarios pasivo-agresivos carentes de empatía.

«Estos comentarios suelen centrarse en preguntar sobre nuestra intimidad o vida personal, traspasando límites de respeto. Suele tratarse de frases o preguntas que incluyen juicios, como 'Se te va a pasar el arroz', a las mujeres solteras de la familia», nos comenta la experta. Como si fuéramos yogures con fecha de caducidad.

Pero el tener pareja tampoco te libra de este tipo de comentarios incómodos. '¿Para cuándo la boda?' o '¿Cuándo vais a por el niño?' son las típicas preguntas que se escuchan en las cenas y comidas de Navidad que no atienden a los conflictos internos que pueden estar viviendo quienes los reciben. Porque, ¿y si esa persona no puede tener niños y tú le estás recordando una y otra vez lo que ocurre?. ¿Y si, sencillamente, no quiere?

Familia celebrando una cena de Navidad en armonía. / Foto de Nicole Michalou en Pexels.

A estos comentarios sobre tu intimidad se le pueden añadir las típicas valoraciones sobre tu físico. ¿Cuándo aprenderemos a no opinar sobre el cuerpo de los demás? 'Parece que has engordado unos kilitos, ¿eh?', 'No te pases con los polvorones', 'A tu edad esa ropa no te queda bien'... ¿te suena?

Por no hablar, claro, de los comentarios dirigidos hacia los niños. '¿Ya tienes novio/a?'. Juan Antonio, que sólo tiene cinco años. 'Sé bueno y dale un beso a la tía Paquita', familiar al que ese niño ve de Navidad en Navidad y al que muy probablemente no le apetezca besar. ¿De verdad tenemos que obligarles?

«Los adultos debemos poner límites y priorizar el proteger a los niños. Debemos acompañar a los niños desde el respeto, atendiendo a sus necesidades emocionales. Aprenderán de este modo que el afecto se expresa cuando se siente y no se fuerza, y cada uno expresa el afecto de diferente manera, aprendiendo a poner límites en el futuro», nos comenta Beatriz.

¿Cómo afrontar estas situaciones incómodas?

Y ahora, sí que sí, entramos en materia. «En algunas familias, la comunicación se basa en el respeto y la asertividad, pero en otros núcleos familiares no existe una comunicación respetuosa. A parte de esto, si existen conflictos previos entre miembros de la familia o algunos de nuestros familiares se comunican desde la agresividad verbal o con actitudes pasivo-agresivas, podemos encontrarnos con situaciones tensas y que nos afecten emocionalmente», nos dice Beatriz Galván.

Por eso nos da unas herramientas para saber gestionar estas situaciones. Puede abordarse desde dos flancos distintos: preparar el escenario antes de que suceda el problema o gestionar estos comentarios incómodos e hirientes con técnicas comunicativas que primen nuestro bienestar.

1. Preparar el escenario antes de que se de el problema

«Una manera de afrontar estas situaciones, es expresar a priori tus límites, es decir, antes de la comida o cena familiar, verbalizar de manera asertiva qué aspectos son en los que pides respeto e intimidad, con objeto de sentirte segura en ese entorno, y de modo que todos podáis disfrutar de ese momento desde el respeto y una comunicación positiva», nos comenta Galván.

Mesa preparada para la cena de Navidad. / Foto de Nicole Michalou en Pexels.

Pero no tienes por qué hacerlo todo sola, siempre puedes pedir el apoyo de los más cercanos a ti. «También puedes hablar con las personas más cercanas acerca de cómo abordar entre todos la situación, en caso de que sea un miembro de la familia el que tienda a emitir críticas o juicios de valor», dice.

2. Aprender a contestar a estos comentarios desde la asertividad

«En caso de que un miembro de la familia exprese un comentario hiriente hacia tí o una pregunta sobre tu intimidad, puedes poner un límite de forma asertiva, firme y calmada», nos recomienda la psicóloga. A veces será necesario respirar hondo un par de veces para no saltar con una contestación inadecuada, pero es posible.

«Promover una comunicación asertiva y desde el respeto en el entorno familiar, nos ayudará a disfrutar de estos días creando un entorno de mayor calidez y tranquilidad», nos ha dicho. Y es que no es cuestión de terminar estas celebraciones como una batalla campal.

Beatriz Galván nos ha dado varios ejemplos. «Si te preguntan '¿para cuando el bebé?', puedes responder que esto es un tema personal que os compete a tu pareja y a tí. O si ese familiar te dice 'esa ropa no te queda bien', puedes expresar: 'me encanta como visto y me veo fantástica', o 'Entiendo que tú tienes tus gustos, por ello tu te vistes de la manera que a tí te gusta, pero yo tengo los míos propios. Al igual que yo no hago valoraciones sobre tu forma de vestir, te agradecería que a partir de ahora te abstengas de hacer juicios sobre mi aspecto', nos ha dicho.

Sí, ya sabemos que con este tipo de comentarios puedes sentir ira y lo primero que te va a salir es una contestación cortante, pero ten en cuenta que esto lo único que hará es que se agrave el conflicto y la persona que emite estos comentarios se irá con la sensación de que 'tienes la piel muy fina' y que 'ya no se puede hablar de nada'. ¿Te compensa?

«Es importante atender a nuestras necesidades emocionales y a nuestro autocuidado, y poner límites siempre que lo necesitemos, cuidando así nuestra salud mental», nos aconseja la experta. Ánimo, es posible vivir estas fiestas en armonía sin acabar la cena con ganas de asesinar a tu cuñado.

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