RELACIONES TÓXICAS
RELACIONES TÓXICAS
Los mitos del amor romántico que fomentan las relaciones tóxicas y que, aún a día de hoy, siguen siendo presentadas como normales e incluso apetecibles por películas y series, generan, entre otras muchas cosas, dependencia emocional. Pero, ¿qué es esto y qué consecuencias tiene para tu salud mental?
Según la psicóloga Silvia Congost, especializada en relaciones de pareja, la dependencia emocional es una adicción que genera una necesidad desmesurada e irracional de la otra persona, en la que perdemos nuestra libertad, y que se vive desde la lucha permanente para que la relación funcione. Así, se generan las conocidas como relaciones tóxicas, que pudimos ver en los 90 encarnada en la pareja de Pamela Anderson y Tommy Lee.
Según Congost, si has hecho varios intentos de dejar la relación pero siempre vuelves con la esperanza de que algo cambie pero cada vez te sientes más cansado y desesperanzado, tu relación adolece de dependencia emocional. La persona que se encuentra en esta situación tiene claro que la relación es tóxica, que no es la que desea y que no le hace feliz, pero es incapaz de liberarse.
Las personas que sufren dependencia emocional tienen momentos en los que son plenamente conscientes de que no es la relación de pareja que desean, pero en otras ocasiones opinan lo contrario. Por ello, intentan aceptar a la otra persona como es, a pesar de que con ello renuncian a ser ellos mismos, a su esencia y a sus deseos.
Si intentas abandonar la relación porque decides que ya no quieres continuar con tu pareja pero, al comunicárselo, la otra persona adopta el rol de víctima y tú decides continuar porque te sientes culpable, sufres dependencia emocional. La culpa no tiene que ser un factor para continuar con alguien.
Para estar bien con alguien, has de saber estar sola. Debes estar con una persona porque quieres, no porque sientas que no podrás seguir adelante sin él o porque si él se va, no tienes a nadie. Existen muchas personas a tu alrededor e incluso otras que vendrán y llenarán ese vacío.
Silvia Congost aconseja acudir a un profesional si en la mayoría de tus relaciones se repite el mismo patrón dañino. Puede que en esos casos no sea fruto de la casualidad o de la mala suerte y es vital responsabilizarte de por qué eliges ese tipo de parejas para ayudarte a saber cómo crear relaciones sanas.
Sufres ansiedad, sientes que te ha alejado de todas las personas a las que quieres, haces cosas que no deseas para no perderle... en definitiva, no eres feliz. Existen muchos motivos para dejar esta relación, pero te aterra la idea de perder a tu pareja porque crees que vas a sufrir más. Según Congost, esto no es así, ya que «no se puede sufrir más porque estás en una relación en la que no eres feliz y que no tiene futuro».
Ya has identificado que te encuentras en una relación tóxica y de dependencia emocional. Ahora, ¿cómo abandonarla y no volver a caer? Lo que puede parecer fácil para una persona que no se encuentra inmersa en esta situación, se antoja un abismo insalvable para aquellas personas dependientes emocionalmente de otra persona. Silvia Congost nos da los tres pasos indispensables para superarlo:
Lo primero que debes hacer para superar el enganche emocional es hablar con la otra persona. Puede ser muy duro, ya que es posible que el otro adopte el rol de víctima y tú te sientas culpable por ello, pero decir lo que sientes y defenderlo no debe hacer sentirte culpable.
«Si hacerlo cara a cara supone una gran dificultad al no encontrar el valor suficiente para comunicar que ya no se quiere continuar con la relación, escribir una carta es una opción tan válida como tener una conversación de tú a tú», aconseja Silvia. «Lo esencial es transmitirlo con la mayor claridad posible, ser claro y directo, y no dejar la puerta abierta y crear falsas esperanzas».
Eso sí, es posible que, una vez lo hayas hecho, el otro intente seducirte de un modo u otro. Por eso, una vez hayas conseguido dejarlo lo importante de poner distancia de por medio con la otra persona para que no tenga la oportunidad de convencerte y volver al mismo punto.
El objetivo de este paso es no volver a pensar en la otra persona y, para conseguirlo, debes cortar todas las vías que te conectan con él. «No se puede hablar de manera directa, ni escribir, ni tampoco recibir información de él o ella», dice la experta. Algo muy complicado en la época en la que vivimos con unas redes sociales que nos permiten estar en contacto las 24 horas del día.
Por eso es necesario bloquear a esa persona de whatsapp y eliminarla de los contactos del teléfono así como de Instagram, Facebook, Twitter y el resto de aplicaciones. Así evitarás algo muy común que es mirar de manera compulsiva si el otro está en línea, lo que nos puede llevar a una obsesión muy dañina.
Además de todo esto, intenta no hablar de esa persona con nadie, no quedes con sus amigos o familiares, no frecuentes sitios en los que te lo puedas encontrar e incluso toma decisiones drásticas, como cambiar tu número de teléfono si la otra persona intenta comunicarse contigo.
«Hacer frente al síndrome de abstinencia significa aprender a superar los conatos de recaída, y hay que estar preparado porque esa necesidad repentina de volver a saber algo nos empujará a volver a consumir', ya sea enviándole un mensaje, haciendo un like en sus redes sociales o llamándole», dice Silvia Congost.
Para superarlo, la experta recomienda recordar por qué lo hemos dejado y releer todo aquello que nos hizo sufrir para atraer a la memoria la parte negativa de la relación, que tiende a olvidarse con el tiempo. Cuando superas estos episodios de angustia, al día siguiente te sentirás más fuerte y feliz por no haber contactado.