Seguro que has escuchado en algún momento el término apego , sobre todo relacionado con la crianza, pero es un concepto ampliamente estudiado en psicología para explicar las diferentes formas de relacionarnos en sociedad. Para entender este idea y las implicaciones que puede tener en nuestra vida, hemos hablado con la psicóloga Beatriz Galván . Una charla larga y muy interesante en la que nos he explicado qué es el apego, los distintos tipos de apego que existen y cómo modificarlo si no nos sentimos cómodos con nuestra forma de relacionarnos.
« El apego es el vínculo que se establece entre los cuidadores principales y el niño, a través de la interacción y comienza en el vientre materno. Dependiendo de la atención y cuidados con nuestros cuidadores a lo largo de la infancia, se generará un tipo de apego, y un modo de vernos a nosotros mismos y de interactuar con nuestro entorno en la edad adulta«, nos ha explicado la experta.
Galván nos ha explicado que, en el desarrollo infantil, el apego se establece durante los primeros años de vida y juega un papel crucial en el bienestar emocional y social del niño. Un apego seguro se caracteriza por la confianza en la figura de apego, la capacidad de explorar el entorno de manera segura y la capacidad de regular las emociones de manera efectiva.
Pero el tipo de apego que te caracterice también influye en tus relaciones de pareja. Las personas con apego seguro tienden a sentirse más seguras y confiadas en la relación y son capaces de establecer relaciones de intimidad, mientras que aquellas con apego inseguro experimentan ansiedad o evitación emocional en sus relaciones íntimas. El estilo de apego influye en la forma en que nos relacionamos con los demás y en cómo enfrentamos las dificultades emocionales en nuestras vidas.
Todos tenemos necesidades de apego y a todas las edades. El cómo nuestro padres, madres y cuidadores atienden o no atienden nuestras necesidades de apego a lo largo de la infancia y de la adolescencia, generará el que crezcamos desde un apego seguro o desde apegos inseguros o desorganizados. Existen diferentes tipos de apego que se han identificado en la teoría del apego, propuesta por el psicólogo John Bowlby y ampliada por Mary Ainsworth:
1. Apego seguro: «Las personas con un apego seguro se sienten cómodas al buscar apoyo y cercanía emocional de sus seres queridos. Confían en que sus necesidades serán atendidas y son capaces de mantener relaciones saludables y estables», nos ha comentado Beatriz Galván.
2. Apego ansioso-preocupado: «Las personas con un apego ansioso-preocupado tienden a preocuparse y dudar de la disponibilidad y el amor de sus seres queridos. Necesitan una constante validación y cercanía emocional para sentirse seguros en la relación«, continúa explicando.
3. Apego evitativo: Por otro lado, las personas con un apego evitativo tienden a evitar la intimidad emocional y la dependencia de los demás. «Prefieren mantenerse independientes y pueden tener dificultades para confiar en los demás», nos sigue comentando.
4. Apego desorganizado: En este tipo de apego podemos ver patrones tanto de apego evitativo, como de apego ansioso-preocupado. Se caracteriza por una combinación de comportamientos contradictorios y desorientación en la relación con los seres queridos. Las experiencias traumáticas o abusivas en la infancia, el crecer con padres o madres intrusivos, o agresivos o ausentes, influirán en el desarrollo de un estilo de apego desorganizado.
1. Dificultad para establecer relaciones saludables: Las personas con un apego inseguro pueden tener dificultades para establecer y mantener relaciones saludables. Pueden tener miedo a la intimidad emocional, tener problemas para confiar en los demás o experimentar ansiedad en las relaciones.
2. Baja autoestima y autoimagen negativa: Un estilo de apego inseguro puede llevar a una baja autoestima y a una percepción negativa de uno mismo. Las personas pueden sentirse poco valiosas o dignas de amor y afecto, lo que afecta negativamente a su salud mental y a su relación con los demás.
3. Dependencia emocional: Algunas personas con apego inseguro pueden volverse emocionalmente dependientes de sus parejas o cuidadores, buscando constantemente su atención y validación. Esto puede llevar a relaciones desequilibradas y poco saludables.
4. Ansiedad y estrés: Las personas con apego inseguro pueden experimentar altos niveles de ansiedad y estrés en sus relaciones. Pueden tener miedo al abandono o a la reacción negativa de los demás, lo que puede llevar a patrones de comportamiento ansiosos y anticipatorios.
5. Dificultad para regular las emociones: Un estilo de apego inseguro puede dificultar la capacidad de regular las emociones. Puede haber dificultades para expresar las emociones de manera saludable o para manejar el estrés y las dificultades emocionales de manera adecuada.
«Es importante tener en cuenta que el estilo de apego no determina completamente nuestras vidas, y es posible trabajar en el desarrollo de un apego más seguro a través de la psicoterapia y el trabajo personal. Con apoyo adecuado, mediante psicoterapia centrada en el apego y el trauma, es posible superar las dificultades asociadas con un estilo de apego inseguro y llevar una vida más satisfactoria y saludable«, nos tranquiliza la experta.
El estilo de apego puede evolucionar a lo largo del tiempo, especialmente a través de experiencias de relación sanadoras. Cambiar nuestro estilo de apego es un proceso gradual, que requiere tiempo, autoconocimiento, reflexión y trabajo personal. La experta nos ha dado algunas estrategias para ayudarnos a modificar nuestro estilo de apego:
1. Autoconocimiento: Es importante que te tomes el tiempo para entender cuál es tu estilo de apego actual y cómo te afecta en tus relaciones. Observa lo que sucede en tus interacciones: qué ocurre fuera y dentro de tí, qué se activa en tu interior, con qué te conecta, cómo te sientes y cómo respondes ante ello. Reflexiona sobre tus patrones de comportamiento, tus miedos y tus necesidades emocionales.
2. Psicoterapia: Buscar la ayuda de un psicólogo especializado en terapia centrada en el apego y trauma, te ayudará en tu proceso. Es importante que se trate de una persona experimentada, que pueda acompañarte desde la estabilidad, la conexión y el apego seguro. La psicoterapeuta te ayudará a explorar tus patrones de apego y trabajará contigo para desarrollar habilidades emocionales y relacionales más saludables.
3. Mindfulness: Practicar la atención plena puede ayudarte a estar más presente en tus relaciones y a ser consciente de tus reacciones automáticas. Esto te permitirá tomar decisiones más conscientes y responder de manera más saludable en lugar de reaccionar de forma impulsiva o basada en tus patrones de apego.
4. Trabajo emocional: Identifica y trabaja en tus miedos y heridas emocionales pasadas que puedan estar afectando a tu estilo de apego. Puedes explorar estas emociones a través de la escritura, la terapia o la meditación.
5. Relaciones saludables: Busca relaciones sanas y seguras en las que puedas practicar un apego más seguro. Estas relaciones pueden ser de amistad, familiares o románticas. Aprende a comunicarte de manera abierta y honesta, a establecer límites saludables y confiar en los demás.
«Ten en cuenta que trabajar en tus patrones de apego es un proceso que puede llevar tiempo y esfuerzo, pero es posible. A través de este proceso, llegarás a tratarte mejor a tí mismo y a relacionarte mejor con las personas que te rodean. No dudes en buscar apoyo y sé amable contigo mismo mientras trabajas en ello«, concluye Beatriz Galván.
20 de enero-18 de febrero
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