Hansei, el método japonés que te invita a conocer tus propios errores para lograr la felicidad

La felicidad no es un estado permanente, sino que son pequeñas píldoras que hacen de la vida algo mejor. Para conseguirlo, nada mejor que tener la mente en paz, huyendo de los pensamientos negativos que hacen que te autosabotees y no te creas merecedor de esa sensación de bienestar.

Si existe un país en el que han aprendido a disfrutar de la felicidad de las pequeñas cosas, ese es Japón. Tienen instaurados ciertos hábitos y ponen en práctica diversos métodos cuya práctica se basa en el saber ancestral que hacen que su día a día sea más placentero.

Uno de esos métodos es el Hansei, un concepto basado en la autorreflexión o, mejor dicho, la introspección. Significa el reconocimiento de los propios errores y defectos como base para la mejora continua y para evitar repetirlos en el futuro.

En realidad todos practicamos el Hansei a lo largo de nuestra vida, aunque no lo llamemos así. Pero generalmente, lo hacemos mal, reflexionando sobre nuestros propios errores pero no como base para progresar y mejorar, sino para regodearnos en nuestra desgracia.

El enfado y la culpa que puede invadirte cuando te das cuenta de que has hecho algo mal no te va a ayudar en ningún aspecto de tu vida. Los japoneses reflexionan sobre lo ocurrido siendo conscientes de que se han equivocado, pero en lugar de culpabilizarse, buscan qué hacer para mejorar y tener una actitud más positiva.

Si analizas objetivamente lo que has hecho podrás identificar claramente las áreas en las que necesitas mejorar, logrando así aprender de verdad de tus errores. Y esto no sólo se aplica a situaciones negativas, sino también a las positivas. Es bueno reflexionar sobre lo que has hecho bien para poder repetir el mismo patrón en el futuro.

No es fácil cuando no estás acostumbrado (en Japón se aprende el hansei desde la más tierna infancia), pero existen ciertas pautas con las que podrás aplicarlo. Cuando verdaderamente entiendas su significado y seas capaz de aplicarlo, verás cómo logras dejar de sobrepensar y te sientes más feliz.

El primer paso sería aprender a reflexionar sobre lo que has hecho a lo largo del día con el fin de saber si hay algo que podráis haber hecho mejor. Pero no para regodearte en tus propios errores y la vergüenza que sientes o sentiste por haberlo hecho así, sino sólo con el objetivo de mejorar.

Puede ayudarte hacer una lista de tus errores siendo franca contigo misma. De este modo, puedes identificar las áreas en las que sueles fallar para poner todo de tu parte de cara a cambiar ese aspecto de tu vida. Enfrentarte a ello no es agradable, pero guardarlo debajo de la alfombra puede estallarte en la cara.

Y recuerda ser honesta contigo misma en todo este proceso. Puedes engañar a los demás, pero no a ti misma y no reconocer algo que no te gusta de tu propia forma de ser no hará que cambie mágicamente. Sólo enfrentarte a tus problemas con intención de solucionarlos te hará ser más feliz.