Tener un hijo en la etapa de la adolescencia es todo un reto a nivel personal. Todos queremos lo mejor para nuestros hijos pero en este momento de cambios muchas veces no sabemos cómo actuar, las discusiones son cada vez más frecuentes e incluso podemos llegar a pensar que nuestro hijo nos odia . En esta etapa tan crucial, en la que los jóvenes se encuentran buscando su lugar e independencia mientras desarrollan su propia personalidad pueden surgir problemas con los estudios, y el adolescente puede expresar su intención de abandonarlos. ¿Qué hacemos ante esto?
«El adaptarse a las rutinas diarias, las normas y pautas, los horarios que implica el ir a clase y organizarse el tiempo de estudio, no resulta fácil para muchos de ellos. Además, el entorno social juega un papel muy importante en esta etapa, y el cómo tu hijo vive las interacciones sociales en su centro de estudios, tanto con los compañeros, como con los profesores, es un factor clave respecto a cómo afronta la experiencia académica. La capacidad para gestionar sus emociones y la tolerancia a la frustración, también son aspectos a tener en cuenta en cómo vive estas experiencias«, nos ha asegurado la psicóloga Beatriz Galván .
No todas las personas tienen que acudir a la universidad ni tener el mismo nivel de estudios, eso es un hecho. Pero puede ser que tu hijo plantee esta posibilidad por cuestiones a tu parecer erróneas, una decisión por la que podría arrepentirse en un futuro. Galván nos ha dado una serie de pautas para mantener una conversación con tu hijo y entender las razones que le han llevado a tomar esta decisión, para así poder encontrar juntos una solución:
Lo primero que debes hacer es encontrar un espacio de tranquilidad, donde tu hijo se sienta cómodo, para poder sentarte a hablar con él sin prisas. «Se trata de que puedas escuchar, de forma atenta y sin juicios, lo que tu hijo necesite contar. Trata de respetar lo que expresa y de indagar qué le sucede: cómo se siente, los motivos que le llevan a pensar en tomar esta decisión...«, nos aconseja la experta
Es importante atender a su expresión emocional y validar sus emociones utilizando frases como «entiendo que te sientas agobiado», «esto que me cuentas debe de estar siendo difícil para tí»... Así le das espacio a la expresión de sus emociones, acompañándole, sin cortar su expresión emocional.
En este espacio debe reinar la calma y el respeto, «trasmitiéndoles que estamos ahí para escucharles y ayudarles en lo que necesiten», como dice Galván. «Si tiendes a a enfadarte o ponerte ansioso en las conversaciones con tu hijo, practica herramientas que te ayuden a calmarte antes de dedicar ese momento a hablar con él«, nos ha aconsejado. Y es que activarte en exceso hará que tu hijo se ponga a la defensiva, se enroque en su decisión, y no podais llegar a un entendimiento.
«Recuerda que el objetivo es que tu hijo se sienta escuchado, respetado, aceptado y acompañado, en un entorno seguro«, nos dice Beatriz.
«Tras ello, puedes pasar a darle espacio para que exprese lo que le está generando ese estado emocional: dificultades que experimenta al estudiar, problemas con compañeros o con algún docente, creencias negativas hacia sí mismo o hacia su capacidad, planteamientos sobre su futuro.... Identifica si ha vivido situaciones de acoso escolar, si está experimentando estrés, falta de metas o si está desmotivado«, continúa aconsejando Beatriz Galván.
Es el momento de explorar sus necesidades y ver cómo podemos acompañarles en esa necesidad. Tras esto, podéis buscar soluciones y opciones de forma conjunta. Que sienta que él también tiene las riendas de su propio futuro y que sus propuestas son tenidas en cuenta.
«Interésate por qué cosas le gustan a tu hijo, con qué disfruta, qué deseos y motivaciones tiene... Es importante que dedique espacios para sus aficiones y pueda hacer actividades que le gusten. Si necesita que le ayudes en la búsqueda de actividades, apóyale, siempre respetando aquello que él expresa que sí le gustaría hacer«, propone la experta.
«Ayúdale a marcarse metas posibles y realistas . En este proceso, también es importante atender a cómo se siente ante esas metas y cómo gestionar las emociones que se activen ante ello. En algunos casos, puede ser necesario el apoyo psicológico, para que tu hijo pueda trabajar las dificultades que está atravesando. Bríndale esa opción, de modo que también pueda elegir lo que siente que más le puede ayudar«, nos ha comentado.
Ten en cuenta que los momentos de crisis o dificultad, son una oportunidad para dar espacio a la comunicación y acompañar a tu hijo. De este modo sentirá que estás ahí, que lo que siente y lo que le ocurre es importante, y que no está solo. También aprenderá que ante los problemas, podemos parar, atender a lo que sentimos, explorar las causas y buscar soluciones.
20 de enero-18 de febrero
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